Una mujer que estaba procesada por haber mandado matar a su yerno, quien fue asesinado a puñaladas en Río Gallegos en 2017 tras la presunta complicidad del resto de la familia, murió en el Hospital Regional de esa capital, informaron fuentes policiales.
Se trata de María del Carmen Espiritoso (86), quien cumplía prisión domiciliaria por el homicidio del comerciante Vicente Maillo (60).
La mujer tenía una enfermedad terminal y en los últimos días había sido internada en terapia intensiva y murió este miércoles, pasadas las 21.
La hija de Espiritoso y esposa de Maillo, Claudia Susana Reina (55), también está imputada por el crimen y a comienzos de año consiguió un permiso semanal para visitar a su madre.
Sin embargo, en julio le colocaron una tobillera electrónica para que acompañara a su madre en el domicilio y, tras la muerte, Reina fue trasladada a una sede penitenciaria.
Reina y sus hijos, Luis Maillo (25) y José (35), también están cumpliendo prisión preventiva en el marco de la misma causa, a la espera de que se eleve a juicio por parte de la jueza Marcela Quintana.
Al igual que la ahora fallecida Espiritoso, todos fueron procesados como «coautores de homicidio agravado por el vínculo, por el pago de precio o promesa remuneratoria, por alevosía, por codicia y por el concurso premeditado de dos o más personas».
Por el crimen de Maillo, que era dueño del bazar «Doña Ana» y de «Casa Maillo», donde trabajó desde chico con sus padres, también está con prisión preventiva desde el 9 de diciembre de 2017 Cristian Etchebarne (23), un joven que fue detenido en la ciudad bonaerense de Campana, sindicado como el sicario que mató al comerciante.
Si bien en principio se creía que el hombre había sido asesinado en una «entradera», luego se estableció que toda la familia planificó el crimen para quedarse con su herencia.