Estas vacaciones de invierno, el Centro de Expresiones Contemporáneas (Paseo de las Artes 310) despliega en sus naves el Museo Aerosolar, una obra del artista y arquitecto Tomás Saraceno junto a Aerocene, que consiste en una escultura aérea más ligera que el aire, hecha únicamente con bolsas de plástico recolectadas colectivamente.
El Museo Aerosolar muestra cómo un proyecto colectivo puede surgir de actos individuales y recuperar un producto contaminante para transformarlo en un material ecológico. En cada lugar se crea desde cero, reuniendo el material que se necesita para la construcción hasta el armado de su estructura a partir de un lienzo de más de 300 metros cuadrados.
En esta oportunidad se necesitaron 5.000 bolsas de plástico reutilizadas, de distintos tamaños, tipos y colores, y participaron de la recolección y armado de paños más de 300 personas,
En este marco, el viernes 12 de julio, a las 12:00 y con entrada gratuita, tendrá lugar la inauguración del museo, con la presencia de autoridades municipales y de Tomás Saraceno y el equipo de Aerocene. En la ocasión, se llevará a cabo el inflado de la obra, se podrá presenciar vuelos aero solares e intervenirla con mensajes y dibujos.
Esta imponente instalación estará ubicada en el predio del CEC durante las vacaciones de invierno, y podrá ser visitada por el público de forma gratuita, de miércoles a sábado de 15 a 20, desde el 13 de julio hasta el 20 de agosto. Además de contemplar la instalación y sus múltiples miradas, los y las visitantes podrán participar de diversas actividades, como talleres, charlas y espectáculos, relacionadas con el arte, la ciencia y el cuidado del medio ambiente. Aquí se puede chequear la programación completa.
Una propuesta cultural y educativa para toda la familia
El Museo Aerosolar es una propuesta cultural y educativa para toda la familia e invita a reflexionar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente, a la vez que despierta la imaginación y la creatividad de quienes la visitan.
Es un proyecto comunitario y colaborativo iniciado por el artista Tomás Saraceno. Se trata de un globo construido con bolsas de plástico reutilizables que va tomando forma de acuerdo a las colaboraciones que recibe en cada ciudad donde se aloja. La creación de la obra consta de tres etapas: la recolección de bolsas de plástico para reutilizarlas, el pegado, armado e intervención de los paños y la activación de la obra.
Ante los desafíos que plantean los desplazamientos, las migraciones y la situación medioambiental actual, Saraceno desarrolla el concepto de ciudades-aeropuerto, células habitables que se comportarían como nubes, proponiendo así un urbanismo lúdico y utópico, donde las personas se apropian creativamente de las soluciones de vivienda.