El Colectivo Músicxs Argentinxs aseguró este viernes a través de un petitorio con más de tres mil firmas que “ante la desaparición súbita del tejido laboral” por la pandemia de coronavirus y la cuarentena obligatoria establecida para mitigar su propagación, existen miles de artistas que no pueden afrontar sus gastos cotidianos.
“Queremos exponer con toda convicción nuestra situación y decir que hay miles de músicxs argentinxs que no pueden afrontar un alquiler o su propia alimentación”, aseveró el colectivo en el referido escrito.
En este sentido, uno de los referentes de este espacio, el reconocido director musical Gustavo Popi Spatocco afirmó, en declaraciones a la agencia de noticias Télam, que “la actividad está casi totalmente paralizada desde lo laboral pero, por su propia naturaleza creativa, muy movilizada en términos de conciencia social”.
“En tiempos de cuarentena, muchos colegas están generando cultura urgente y desinteresada”, expresó quien fuera arreglador y director musical de Mercedes Sosa.
El Colectivo Músicxs Argentinxs, integrado también por artistas como Juan Falú y Teresa Parodi, nació espontáneamente hace un mes, de un chat propiciado por Liliana Herrera y del afán solidario y preocupación “ante la desaparición súbita del tejido laboral, que se desplomó para todas las actividades y profesiones”.
“La expectativa es poder ayudar a dar visibilidad, unir o servir de puente entre muchas instituciones que trabajan en todo el país para la representación de los trabajadores músicos. Buscar acciones efectivas para llevar ayuda a quien lo necesita. Y también dar testimonio de nuestra convicción acerca de que la solidaridad como pueblo es el mejor capital que tenemos para superar esto”, sostuvo Spatocco.
Pronunciado a favor de las políticas públicas actuales y las medidas implementadas por el gobierno nacional para sobrellevar la crisis sanitaria por la pandemia de coronavirus, el Colectivo Músicxs Argentinxs propuso sumar y fortalecer el debate sobre la grave situación que padecen los artistas en este contexto con una serie de iniciativas.
“Compartimos una sólida convicción de que, como país, estamos haciendo lo mejor que podemos hacer en esta ocasión inédita, que es priorizar la vida y la salud pública sobre cualquier otra opción. Los consensos fueron el fruto de intercambio y reflexión, pero signados por la necesidad de aportar en lo que podemos a la emergencia que vivimos. Era así antes de la pandemia, pero ahora ese sentido de solidaridad se debe defender, reafirmar y poner como método de comprensión y acción en la realidad”, enfatizó Spatocco.
“Aunque esta pandemia nos afecta de igual manera que a millones de trabajadores argentinos –profundizó–, sabemos que los músicos seremos unos de los últimos en volver a la actividad cuando todo pase. Queremos colaborar para un plan de contención de esta situación, basado en la racionalidad, la solidaridad y una visión de colectivo unido”.
Una de las estrategias que se plantea en el documento es establecer un mapa territorial de la música que enriquezca a los existentes, a través de una red institucional monitoreada por el Ministerio de Cultura y con conexiones con organismos provinciales y municipales para recabar datos de las situaciones de los músicos, facilitar el acceso a plataformas de ayuda social y cruzar información con toda instancia que aporte en la misma dirección.
Además, el colectivo, que se ratifica a favor del trabajo remunerado dando prioridad a quienes más lo necesiten, apoya los planes de difusión empleados por organismos como Inamu y Sadaic, y recomienda al Ministerio de Cultura una línea de acción que garantice la valoración y difusión de contenidos artísticos emanados del quehacer musical y poético-musical, sin criterios subjetivos para su selección.
“En el colectivo musical argentino hay miles de trabajadorxs atravesando la cuarentena desde la imposibilidad de generar ingresos, tal como ocurre con las categorías laborales de trabajadorxs autónomxs. Cualquier música surgida del talento nacional proviene de una secuencia que incluye compositorxs, arregladorxs, intérpretes, sellos, editores y técnicxs”, especifica el texto.
En la extensa lista de adherentes se cuentan a Palo Pandolfo, Luciana Jury, Víctor Heredia, Sofía Viola, Leo Sujatovich, Julieta Laso, Diego Bochi Bozalla, Verónica Condomí, Cirilo Fernández, Soledad Villamil, Pedro Aznar, Javier Malosetti, el dúo Orozco-Barrientos, León Gieco, Piero, Peteco Carabajal, Hilda Lizarazu, Andrea Álvarez, Javier Calamaro, Mariano Otero, Pablo Grinjot, Pedro Aznar, Carolina Peleritti, Claudia Puyó y Diego Mizrahi, entre muchos más.
La carta pública apoya y solicita adhesiones y el fortalecimiento de las iniciativas de organismos como AADI y Sadaic, en el sentido de estimular la difusión de música argentina.
“Es necesario exhortar –apunta– a los medios de difusión para sumarse solidariamente en esta dirección. Es una ocasión propicia para redireccionar regalías hacia la producción nacional de la música y poner un coto al avasallamiento mediático generado por las transnacionales de la música y sus intereses económicos que sortean cualquier cuarentena”.
En ese marco, el petitorio resalta finalmente que la música “es tan necesaria y poderosa que también se torna vehículo de atontamiento individual y colectivo cuando, fabricada e impuesta por las multinacionales empecinadas en musicalizarnos la vida, desvirtúan su sentido más consagrado: ser un arte liberador que alimente y dignifique nuestra existencia individual y social”.