Por Paulo Menotti
“Milei está todo lo fuerte que le permite la oposición”, afirmó Myriam Bregman la dirigente del PTS-Frente de Izquierda quien junto a Nicolás del Caño visitó Rosario el pasado jueves 7 de noviembre. En su recorrida por la ciudad estuvieron en el sindicato de maestros, Amsafe, donde brindaron una conferencia de prensa por el pedido del desprocesamiento de los docentes y estatales encarcelados por participar de las movilizaciones contra la reforma previsional en Santa Fe. Más tarde encabezaron un acto con cientos de asistentes que llenaron el auditorio del Sindicato Luz y Fuerza donde compartieron la mesa de oradores con Octavio Crivaro e Irene Gamboa, además del dirigente docente Franco Casasola, y Lautaro Habibi y Mariel Pasetto, referentes estudiantiles de la izquierda local. Tras el acto, Bregman respondió preguntas de El Ciudadano en las que señaló que no se puede enfrentar a la derecha radicalizada como la de Donald Trump o de Javier Milei con tibieza.
—¿Cómo ve el presente y el futuro del gobierno de Milei tras el triunfo de Trump?
Mirá, justo me referí a esto en el acto. Sobre todo, porque lo de Donald Trump, como ya sucedió con Alberto Fernández acá en nuestro país en el 2019 frente a Javier Milei, muestra que es inviable la política de impulsar supuestos males menores como manera de enfrentar una derecha que radicaliza su discurso y sus políticas. Menos que menos si te la pasás copiando todo lo que hace esa derecha. En Estados Unidos no nos olvidemos que hace cuatro años, al perder la elección anterior, el trumpismo encabezó la toma del Capitolio. Para enfrentarlo no sirve de nada que te pidan el apoyo a un partido guerrerista e imperialista como el Partido Demócrata, que tuvo un rol central en lo que está haciendo Israel contra el pueblo palestino, que invadió países, que es co-responsable de oprimir económicamente a un montón de naciones y sectores de la población norteamericana. Bueno, el Partido Demócrata siempre cumplió el rol de contener los procesos sociales que fueron surgiendo: las movilizaciones de los afroamericanos contra el racismo con el Black Lives Matters, la ocupación de cientos de campus universitarios por parte de la juventud en apoyo al pueblo palestino, la pelea por el derecho al aborto, la lucha contra la segregación a los inmigrantes. Hoy su ala supuestamente izquierda con Bernie Sanders o con Ocasio Cortés no tuvo mejor idea que llamar a toda esa gran fuerza movilizada a confiar en un partido que defiende a los mismos multimillonarios y especuladores que el Partido Republicano, un partido que reprimió en muchos casos a esa juventud. Y uno de los resultados es el derrumbe del Partido Demócrata.
Toda estrategia de desmovilización y de desmoralización, ni hablar cuando se hace para copiar una política de derecha e imperialista como en el caso de Estados Unidos, solo puede llevar a que se fortalezca la derecha. Y eso lo vemos también acá con todas las voces que tratan de explicar el triunfo de Milei y copian su agenda. Frente al crecimiento de la derecha no hay otra alternativa que desarrollar una fuerza política radical, socialista y de los trabajadores que enfrente frontalmente su política en vez de matizarla.
—¿Cuál es la propuesta desde la izquierda para salir de esta situación?
Yo creo que Milei está todo lo fuerte que le permite la oposición. Si vos ves el apoyo que tiene no es sólo de las cámaras empresarias, de los medios de comunicación, del macrismo, de los radicales con o sin peluca. Sino también de todos aquellos que han decidido no enfrentarlo y dejar que pasen todos sus ataques. O que lo critican solo en los discursos, pero después dicen por lo bajo que alguna reforma laboral y que algún ajuste, hay que hacer. Y con esto me refiero a la conducción de la CGT, la CTA, los grandes sindicatos y también a la conducción del peronismo. Mirá sino la interna del peronismo. ¿Quién podría explicar qué diferencias de fondo hay entre Cristina y Kicillof? ¿Son diferencias sobre cómo enfrentar a Milei, sobre cómo reducir la pobreza o cómo enfrentar al FMI? No, para nada. Se pelean por poder, por espacios, mientras la pobreza supera el 50 por ciento. Muchos discuten las listas del 2025 o peor aún del 2027. Mientras, Milei avanza todo lo que puede.
Pero en todos lados vemos una enorme voluntad de pelea: los jubilados que resisten las represiones de Patricia Bullrich, los estudiantes que defienden la educación pública y ocupan las universidades, acá vimos a los trabajadores aceiteros que pararon contra la ley bases, luego por su salario y luego en defensa de los docentes y estatales encarcelados. Y ni hablar los maestros y las maestras de muchas provincias; acá les toca pelear contra la reforma previsional de Maximiliano Pullaro, que también ajusta los salarios. Bueno, con muchos de ellos nos encontramos anteayer en el acto que hicimos en el auditorio de Luz y Fuerza. Lo que vemos es que hay una gran voluntad de pelea por abajo y el gobierno está cubierto por arriba, sea por colaboración directa o por omisión.
Pero nosotros y nosotras apostamos al desarrollo de la movilización de los trabajadores, de las trabajadoras, de los estudiantes y a la coordinación de sus peleas. A todos los que nos dicen que hay que esperar y votar en el 2025 o en el 2027 les recordamos que es siempre en las calles donde no sólo se defienden los derechos, sino que se pueden conquistar cambios profundos.
Impulsamos cada movilización que hay, buscando unir a los jubilados, a los estudiantes, a los trabajadores en un pelea común para impulsar esa fuerza social que rompa la colaboración de los grandes sindicatos y derrote a Milei, al mismo tiempo que desarrollamos una gran fuerza política de los trabajadores, estudiantes, mujeres y los intelectuales, socialista, que nos permita superar el horizonte de miseria que nos imponen todos los partidos que defienden este sistema social, y que luche por conquistar un gobierno de los trabajadores, para empezar a dar vuelta la historia.
