El domingo por la noche en el Centro de Incubación Artificial del PCCA (Plan Integral para la Conservación del Cóndor Andino) en el Ecoparque de la ciudad de Buenos Aires, nacieron las cóndores Tayel, cuyo nombre significa Canto Sagrado en la lengua mapuche, y Mawun, que significa lluvia. Se trata de los dos primeros nacimientos de la temporada. Tayel es un ejemplar hembra incubado a partir de un huevo puesto en el Bioparque Temaiken, que cantó al momento de cascar el huevo y estuvo llamando hasta completar su nacimiento. Ella, junto con Mawun, que fue concebida en el Bioparque Municipal de Olavarría, formarán parte de la bandada que será liberada en la costa atlántica patagónica en 2020, indicaron desde el Programa Conservación Cóndor Andino.
Los nacimientos de Tayel y Mawun se produjeron luego de 58 días de incubación y les tomó tres días romper la cáscara. En el Centro de Incubación, gracias al uso de títeres de látex que representan a sus padres, los pichones de cóndor son criados en aislamiento humano. Los vidrios espejados de la nursery (enfermería) evitan que los ejemplares se familiaricen con la especie humana. Un elemento clave para que su reintroducción y supervivencia en la vida silvestre sea posible.
Su nacimiento devuelve la esperanza a los conservacionistas que trabajan por la recuperación de la especie, que está amenazada de extinción, ya que durante muchos años se lo consideró, erróneamente, una amenaza para el ganado, pero es un ave carroñera, es decir, no ataca animales vivos. También es blanco de la caza ilegal. Pero últimamente los destructores del cóndor son otros: los agrotóxicos son la explicación del hallazgo de decenas de cóndores muertos en los últimos dos o tres años.