No es novedad, pero es otro avance en la privatización del entramado eléctrico nacional y además involucra a la provincia de Santa Fe: el Ministerio de Energía y Minería instruyó a los directorios de las estatales Enarsa (Energía Argentina) y Ebisa (Emprendimientos Energéticos Binacionales) para que aceleren su “fusión por absorción» en los términos dispuestos por el Ejecutivo a fines de octubre pasado. Y hay más: en la misma resolución –que se publica este martes en el Boletín Oficial– se ordena a Enarsa que prepare el desprendimiento de su participación en centrales térmicas, entre las cuales se cuentan la Estanislao López, en Sauce Viejo, y las de Vuelta de Obligado y San Martín, en Timbúes, ambas en territorio santafesino. En todas ellas, la medida anexa la indicación de transferir el personal y todos los contratos en ejecución relacionados.
A lo anterior, la resolución –tiene fecha del viernes pasado pero se publicó este martes– manda a Enarsa que transfiera a privados su participación accionaria en Citelec, la sociedad que controla a la principal transportadora eléctrica de alta tensión del país, Transener. Este punto, en particular, generó hace poco chispazos con el principal socio político del PRO en Cambiemos, el radicalismo.
La resolución recuerda que la Subsecretaría de Coordinación Administrativa de Energía autorizó a fines de 2017 el llamado a concurso público nacional para contratar un servicio de consultoría que evalúe y asesore en el diseño y estructuración del proceso de enajenación de las acciones de Enarsa en Citelec. En esta empresa, accionista mayoritaria de la transportadora Transener y socia en la misma de Pampa Energía, del empresario cercano al actual gobierno Marcelo Mindlin, el Estado había acrecentado su participación durante la propia gestión Cambiemos mediante la compra de las acciones que tenía en la misma Electroingeniería, ligada en muchos negocios al kirchnerismo.
Precisamente ese paso privatizador provocó una reacción del radicalismo cuando se anunció en una de las dos resoluciones que ofician como antecedente de la publicada este martes. La cúpula de la UCR, mediante una carta abierta al ministro Aranguren, rechazó en ese momento la venta de las acciones de Transener que el Estado compró en 2016 a través de Enarsa. «Como miembros de Cambiemos y garantes de la gobernabilidad es nuestra responsabilidad también anticipar este tipo de cuestionamientos», reza el texto de los socios del presidente Mauricio Macri. En el escrito se menciona el valor estratégico de la compañía, que detenta el 95 por ciento del transporte eléctrico de alta tensión en el país.
Ahora, las réplicas emanaron del jefe del bloque de diputados nacionales del FpV-PJ, Agustín Rossi. El legislador hizo hincapié en la venta de las generadoras termoeléctricas estatales: resaltó la construcción de las de Ensenada de Barragán (en Buenos Aires) y Brigadier López, en Santa Fe, durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Férnandez. Son dos de las que se quieren pasar a manos privadas, .
«En poco tiempo, la producción energética del país pasará a regirse en forma total por las reglas del mercado, deslindando al Estado de cualquier tipo de intervención. ¿Así pretende resolver los problemas energéticos, presidente?», interpela el comunicado de Rossi.
