Dejaron de ser un simple entretenimiento hace rato. Los eSports, o “deportes electrónicos”, ya no son el futuro, sino un presente afianzado y con una proyección ilimitada en el mundo de las competiciones. Los principales torneos reciben millones de visitas en YouTube, muchos clubes contratan jugadores profesionales para distintos videojuegos (NdR: acá Central y Newell’s ya lo hicieron) y los certámenes reúnen a cientos de miles de espectadores de todo el mundo, ya sea para presenciarlo en vivo y o mirarlo online como si de un Mundial se tratara.
Y lo cierto es que de eso se trata. Son mundiales, les guste a quien le guste. Los números así lo marcan. No solamente en cuanto a público, sino además por lo que embolsan y reparten. Para poner el ejemplo más reciente, el último campeonato internacional de Fortnite, en el cual el bonaerense Thiago Lapp de apenas 13 años se alzó con la friolera cifra de 900 mil dólares por el quinto lugar, repartió más dinero en premios que torneos del prestigio y fama como Wimbledon o el Masters de Augusta, por nombra sólo algunos en lo que a deportes individuales se trata. Solamente los Abiertos de Australia y Estados Unidos y la Serie Mundial de Póker tienen un premio mayor…por ahora.
El estadounidense Kyle Giersdorf, flamante campeón del Mundial de Fortnite, se llevó 3 millones de dólares a sus jóvenes 16 años, mientras que los que integraron el podio acumularon 1,8 y 1,2 millones de la moneda yanqui, respectivamente.
¿Y qué pasó con los “verdaderos” deportistas? El serbio Novak Djokovic, actual número 1 del ranking ATP, embolsó recientemente una cifra cercana a los 2,9 millones tras superar en una final maratónica a Roger Federer en Wimbledon y Rafa Nadal se acreditó 2,5 millones luego de conquistar su 12° corona en Roland Garros.
El crecimiento y el alcance de los videojuegos es ya tan grande que Epic Games, la empresa que creó el Fortnite (y otros tantos juegos), reparte en premios más de 100 millones de dólares al año, con el objetivo de realizar pocos torneos pero para concentrar así la mayor cantidad de público posible en medio del boom por los eSports. Calidad antes que cantidad.
La realidad no miente. El certamen que más plata mueve en deportes individuales no es el tenis ni el golf, aunque de momento aún hay dos Grand Slam que superen a los “jueguitos”. ¿Y cuál es? El póker. Es que al igual que los eSports, el tradicional juego de cartas también experimentó un enorme crecimiento con la llegada de internet, así como una gran difusión en diferentes señales deportivas de televisión.
La Serie Mundial de Póker entregó la increíble suma de 8,8 millones de dólares al campeón del certamen del año pasado, mientras que el segundo se quedó con 5. Mucho más que los campeones del US Open y Australia.
Por supuesto que la comparación está realizada entre disciplinas individuales, aunque el dinero que mueven los eSports es la envidia de muchos, incluso en el fútbol, donde solamente las divisionales de Primera pueden jactarse de repartir tanta plata.