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Nada sorprende

El gol de Sosa fue demasiado para las carencias de Central. Encima, se lesionó Burdisso. "Tenemos un plantel corto" Una voz en el teléfono

Por: Guillermo Ferretti

Nada es casualidad en el fútbol argentino. Central está mal, y de local lo sufre. No tiene la jerarquía necesaria para imponer una localía que alguna vez fue de temer por los rivales. Ayer aguantó bien el partido en el primer tiempo en el que disputó la tenencia de la pelota de igual a igual. Se paró bien en el medio y disputó cada metro con muy buen sentido del orden. Eso sí, no llegó nunca. Nada más con un cabezazo de De León. La etapa se fue empatada y el partido fue apenas regular. Pero para Central pasó lo peor: se lesionó Burdisso. Y Valentini no es lo mismo.

En el complemento la cosa cambió. Argentinos entendió que Central no iba a ir a buscarlo, y fue por lo suyo. Oberman encontró su lugar en la izquierda, le ganó con facilidad a Gómez y Chitzoff y desde allí fue profundo. Prósperi aportó lo suyo por la derecha, y ahora sí el que dominaba era el equipo de Borghi. Por eso no fue extraño que en gran jugada colectiva Ismael Sosa empujara al gol.

Murmullo en el Gigante, mientras un puñado de hinchas que llegaron desde La Paternal empezaba a entender que Central tenía demasiados problemas por solucionar. Y así fue, apenas uno a cero porque Sosa erró todo lo que se cruzó desde su gol y hasta el final.

Central suma 8 goles en el torneo siendo uno de los 4 equipos menos efectivo del campeonato. Ayer, remató 13 veces y Peric sólo tuvo que atajar un cabezazo de Caraglio: está claro que falta puntería. También confianza. Madelón conoce las limitaciones de su equipo, por eso su planteo fue cauteloso. Argentinos primero miró el panorama, respetó la historia del Canalla, pero entendió lo que podía hasta con facilidad. Y así pasó.

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