El juez federal de Rosario Carlos Vera Barros dictó este martes el procesamiento de Fabián «Calavera» Pelozo como líder de una asociación Ilícita dedicada al transporte de drogas y al lavado de dinero. La medida del titular del Juzgado Federal 3 alcanza también a Agustina Aylén Ércoli Navarro, pareja de Calavera; a su suegro, Mario Angel Ércoli Navarro, y a Carlos Andrés Suárez, Gregorio Gómez, Daniel Gustavo Marco y Matías Héctor Nicolás Mansilla, todos como miembros de la organización. Pelozo, quien está vinculado al capo narco Esteban Lindor Alvarado, está preso en el penal de Ezeiza, por narcotráfico. En la investigación se determinó que los miembros de la organización habían acumulado una vasta cantidad de bienes a través del narcolavado.
La investigación actual, llevada adelante por los fiscales de la Procuraduría de Narcocriminalidad Matías Scilabra, Diego Iglesias y Matías Álvarez, apunta a una cantidad de vehículos e inmuebles que Pelozo, su pareja y su suegro adquirieron en los últimos años. «La actividad narcocriminal liderada por Fabián Gustavo Pelozo ha generado, desde el año 2017, una serie de cuantiosas ganancias económicas que han permitido su inserción en el sistema financiero ocultando su verdadero origen, en el marco de la actividad de la organización criminal investigada», indican los investigadores en la causa. El objetivo, aseguran, es generar ganancias lícitas a partir de inversiones con procedencia ilegal.
Salta: condenan a Calavera Pelozo, un experto en la logística de cargamentos de droga
Días atrás el juez Vera Barros había procesado a Calavera, y cinco personas más por emboscar, secuestrar y asesinar a Silvio David Vitullo y Diego Fabián Segura, dos mecánicos hallados calcinados la tarde del 10 de diciembre de 2022 dentro de un utilitario Citröen Berlingo en Guernica, partido bonaerense de Presidente Perón.
El ascenso de Calavera, dio un notable salto en 2018, cuando estableció relación con Jorge Adalid Granier Ruíz, un traficante boliviano que proveía a grupos criminales rosarinos mediante vuelos clandestinos. Según la invetigación, la nueva relación posibilitó a Pelozo recibir y almacenar grandes cantidades de drogas en una propiedad de su suegro en la pequeña localidad de Monte Maíz, Córdoba. De esta forma escaló como un proveedor de peso en la región, con el valor agregado de mantener un bajo perfil.
En marzo de 2022, Pelozo fue detenido y se le confiscaron numerosos bienes: nueve vehículos, entre ellos varios 4×4 y una embarcación llamada “Reyna de Reynas”, incautada en Correa. También se le atribuyen la posesión de dos lotes en Carlos Paz, Córdoba, valorados en 182 mil dólares.
Por su parte, Agustina Ercoli, nacida en 1995, se involucró activamente adquiriendo bienes y negocios desde 2019. Posee un lote en el Carlos Paz Golf Country Club valuado en más de 100 mil dólares, dos departamentos en el centro de Rosario, y varios lotes en Ybarlucea. Asimismo, es propietaria de un depósito, un camión, múltiples vehículos, y ha abierto dos minimarket, una escuela de equinoterapia, y un geriátrico.
Mario Ércoli Navarro surgió en la investigación como pieza clave en el soporte logístico al proporcionar predios para almacenar drogas. Con un historial que incluye una suspensión por dopar a un caballo en el Hipódromo de Rosario en 2017, Ércoli adquirió varios vehículos, incluyendo Toyota SW4, Volkswagen Amarok, Toyota Hilux, Peugeot 208, Volkswagen Gol Trend, y un trailer para transporte de caballos. También se le investigan más lotes adquiridos en Ybarlucea.
Las inusuales adquisiciones de bienes y la falta de coherencia patrimonial de los involucrados fueron determinantes en la pesquisa. Según la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) a Calavera le robaron una camioneta con drogas y lingotes de oro, tras lo cual oruquestó y ordenó la venganza que derivó en el doble homicidio de Vitullo y Segura en diciembre de 2022.
La investigación reveló que desde 2018 hasta su arresto, Pelozo y su círculo íntimo cometieron numerosos actos de lavado de activos, utilizando su red de contactos y bienes para potenciar su operación criminal. Durante este período, la compra de inmuebles y vehículos de lujo en varias provincias daba cuenta de un crecimiento patrimonial que no se condecía con la actividad laboral, productiva o comercial que desarrollaban.