En momentos en que el film Francia se encuentra transitando las principales salas argentinas, una de sus protagonistas, la actriz Natalia Oreiro, confesó que no regresará a la pantalla chica hasta que no le propongan un papel cercano al de su edad.
Cansada de interpretar a veinteañeras, la actriz, cantante y empresaria de treinta y tres años expresó que, en su momento, fue bueno llevar a cabo esas interpretaciones pero ahora “hay muchas chicas de veinte años que pueden hacer esos papeles mejor que yo”.
En Francia, la charrúa fue dirigida por el cineasta Adrián Caetano e interpretó a Cristina, una madre de clase media que forzada por la situación económica debe trabajar de mucama en una casa y soportar diversas presiones con el objeto de criar dignamente a su hija (Milagros Caetano).
Claro que, para la actriz, la película de Caetano significó sólo el comienzo de un largo año laboral ligado al séptimo arte ya que en julio se estrenará la comedia Miss Tacuarembó, de Martín Sastre, sobre el libro del uriguayo Dani Umpi; mientras que en unas pocas semanas comenzará con el rodaje de Mi primera boda junto a Mike Amigorena y con la dirección de Ariel Winograd, director de la recomendable “Cara de queso”.
En un 2010 cargado de compromisos cinematográficos, Oreiro volverá hacia fin de año a ponerse bajo las órdenes de Caetano para filmar Mala, un policial fuerte con contenido erótico en el que encarnará a una asesina a sueldo. Asimismo en su agenda tiene pendientes las películas Viudas de Marcos Carnevale,
y Freedom for Joe, un proyecto a rodarse en Hollywood, dirigido por Stephen Bridgewater y en donde Oreiro interpretará a una mujer que quiere ser cantante.
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