En medio de una serie de notas que Natalia Oreiro brindó para adelantar detalles del documental Nasha Natasha que se estrena este jueves en Netflix, la actriz y cantante habló con Télam y alertó sobre un dato poco alentador: “Se calcula que para el año 2050 en los océanos va a haber más plástico que peces si es que no revertimos el consumo de un solo uso. Es muy doloroso ver lo que está sucediendo en el Delta del Paraná con los incendios. Se necesita una ley de protección de los humedales”.
Además y sobre la pandemia del covid-19, la también embajadora de Unicef dijo: “Tengo números diarios muy tristes de las que llamamos «víctimas invisibles». Se hace mucho foco en el adulto mayor, y está muy bien porque en términos médicos son los más afectados, pero después está la parte de los niños que iban a la escuela a estudiar pero también a comer, un lugar donde también se los contiene de la violencia intrafamiliar que está creciendo”.
El documental
Nasha Natasha, es un documental que acompaña a Oreiro en su gira por Rusia en el 2014. Se trata de una continuación del material del mismo nombre estrenado cinco años atrás en el Festival Internacional de Cine de Moscú y que para la actriz y cantante traza “el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir un sueño”.
“Creo que lo que pasa con Nasha Natasha es que todos tenemos un sueño y esta película es el recorrido que alguien hace hasta llegar a conseguir ese sueño, algo que no tiene idioma ni frontera”, consideró la cantante uruguaya durante una entrevista con Télam.
Bajo dirección de su compatriota Martín Sastre y con producción ejecutiva de Axel Kuschevatzky, el documental acompaña un maratónico tour por 16 ciudades rusas donde queda de manifiesto la popularidad de Oreiro. El mismo se conoció el 27 de junio de 2015 en el mítico Teatro Rossaya, en la sección documental del festival moscovita. Sin embargo entre aquella versión original y esta hay una distancia ya que ese primer corte fue enriquecido con más material, inclusive entrevistas a amigos y parientes vinculados con la actriz.
La estrella debió suspender en abril una nueva gira por Rusia donde tiene cientos de miles de seguidores incondicionales, y hace unas pocas semanas se inició en el mundo de las redes sociales con posteos en Instagram donde ya acredita 353 mil seguidores.
Sobre la gira que se muestra en el documental, la cantante recordó la compañía de Ricardo Mollo y su hijo: “Hasta ese momento no me había separado nunca de Atahualpa (tenía 2 años) y eso me preocupaba, pero lo pude transitar gracias a Ricardo (Mollo), ese gran compañero que tengo, que siempre estuvo al pie del cañón, que se quedó con él, que lo llevó y lo trajo. El documental también cuenta otros momentos que para mí son inolvidables, como la vuelta al origen, el regreso a la casa de mi infancia con mis abuelos, donde yo me reconozco como niña, mujer y persona, donde siento que esa es mi esencia, porque si yo cierro mis ojos me veo ahí en ese galpón disfrazándome y soñando con ser actriz. Creo que ahí, de alguna manera, comenzó a gestarse ese sueño que también es el sueño de mucha gente. El amor incondicional de mis seguidores rusos me conmueve. Cuando me preguntan el por qué, no tengo una respuesta, porque es algo que te pasa en el corazón”, contó la actriz y arriesgó: «El momento en el que yo aparezco por primera vez en Rusia y en muchos países de Europa del Este, fue uno clave de la infancia de muchas chicas y chicos que a través de los años siguieron viendo mis películas y series, escuchando mi música. Todos crecimos juntos. Creo que eso es lo que lo hace tan potente y real”.
Sobre el contenido del documental, Oreiro mencionó: “Ni Martín (Sastre) ni yo queríamos hacer de esto un autobombo, que no sea un documental de propaganda de lo que pasaba conmigo en Rusia, no quería que fuera como un fenómeno, tampoco el registro de cosas que nunca tuve necesidad de contar. No quería que fuera un número, sino que fuera personal, íntimo, que mostrará también la sencillez de una chica igual a las que me estaban esperando a 35 grados bajo cero en el Transiberiano. Y así se fue articulando la posibilidad de contar mi historia a través de la mirada de mis padres, de mi pareja, de mi hijo, de mi mejor amiga de acá, de mi compañera de la escuela en Uruguay”.
Incluso señaló cuál fue el momento más importante para ella dentro de esta producción: “El regreso a la casa de mi abuela, donde voy por primera vez después de muchos años de haberme venido a vivir a la Argentina. Cuando entré ahí y vi todo igual no pude contener la emoción porque me reconocí en ese espacio. La esencia de ese lugar, esa niña que soñaba con lo que luego le pasó, pero esencialmente eso que sentía y que no pude contener es lo que para mí es Nasha Natasha«.
En medio de la pandemia
La pandemia privó a Oreiro de estrenar tres films y grabar la serie Santa Evita, además de impedirle realizar una gira de recitales por Rusia. «El coronavirus afecta a todos, pero no es cierto que a todos de la misma manera”, aseguró y explicó: «Si el virus toca la puerta de mi casa yo no lo voy a dejar pasar porque tengo agua para lavarme las manos, porque tengo alcohol, conocimiento y tengo salud prepaga. Pero, ¿qué pasa con las personas que no tienen esos recursos, no pueden quedarse en su casa y necesitan salir a trabajar o con los niños que necesitan ir a un lugar a comer porque no tienen alimentos en sus casas?”.
En clave específicamente artística, la intérprete nacida hace 43 años en Montevideo, añadió: “Esto va a pasar, todo va a volver, pero hay muchas compañeras y compañeros que no tienen un subsidio ni la posibilidad de acceder a lo básico. No es nuestro caso, pero mucha gente está atravesando esa situación”.
La actriz tenía previstos tres estrenos: en abril La noche mágica, la ópera prima de Gastón Portal con Diego Peretti Esteban Bigliardi y Pablo Rago; Reinas salvajes, de Matías Luchessi, que se estrenaba en mayo, con Mercedes Morán; y durante agosto Hoy se arregla el mundo, de Ariel Winograd, con Leonardo Sbaraglia. En mayo iba a comenzar a rodar Santa Evita pero finalmente se pasó a 2021. “Tengo algunos proyectos de películas, quizás una a fin de año pero todo está supeditado a lo que pase en el mundo. También tenía una gira en abril por Rusia, con muchos conciertos. Estoy intentando ser optimista, darnos cuenta lo que verdaderamente necesitamos, porque las personas que tenemos la posibilidad de consumir estamos destrozando el planeta”, apuntó.
Respecto al uso de redes sociales y en medio de sus largos meses dentro de casa, la actriz y cantante sorprendió a muchos con su ingreso repentino en Instagram. “Durante muchos años sentí que no era un espacio para mí, principalmente porque sentía que mis trabajos hablaban por mí, que mis personajes lo hacían. Siempre cuidé mi intimidad, primero por respeto a mi pareja y a mi hijo. Era más que nada para luego poder desaparecer en la mirada del personaje, pero la pandemia hizo algo en mí, un click, y uno tiene que adaptarse a las tecnologías porque hoy con la imposibilidad de salir es una buena herramienta para comunicar”, concluyó.