«Lo más importante es saber que estamos conectados, que una canción simple que cuenta una historia pueda provocar algo en otra persona, que pueda disfrutarla, sentirla, porque sin el público presente el aplauso ahora está en otro lado y necesitamos esa conexión a través de una pantalla», dijo Natalie Perez a la agencia de noticias Télam, sobre el deseo que la empujó a planear este show para reencontrarse de algún modo con su público en un momento de gran proyección de su carrera artística.
La puesta, que se transmitirá en vivo desde el escenario del Galpón de Guevara, en el barrio porteño de Chacarita, marcará una transición entre su primer disco de producción independiente, el elogiado Un té de tilo, por favor, presentado a sala llena en el Teatro Vorterix y nominado como mejor álbum pop y arte de tapa en los Premios Carlos Gardel 2019, y el segundo, que verá la luz próximamente y del cual sólo se conoce el sencillo «Te quiero y nada más», cuyo video ya superó ampliamente el millón y medio de reproducciones.
«Antes los rituales con música y danza eran muy comunes y los fuimos perdiendo. A mí me encantan y, en este caso, el acústico junto a cuatro músicos en escena respetando los protocolos, será una especie de limpieza entre mis dos álbumes», contó la cantante que compartió escenarios con Natalia Lafourcade, Ximena Sariñana, David Bisbal, Joss Stone, Lisandro Artistimuño y Los Caligaris, entre otros.
La actriz, que debutó en 1999 con Chiquititas y formó parte de tiras como Consentidos, Graduados, Guapas, Esperanza mía, Las Estrellas y la reciente Pequeña Victoria, ya había demostrado su talento en el musical Peter Pan con Fernando Dente y Ángela Torres, entre otros, además del disco que lanzó en 2017, el referido Un te de tilo por favor.
Después de protagonizar la serie de Netflix Casi feliz junto a Sebastián Wainraich, Pérez contó que, originalmente, el 2020 «iba a ser el año para salir a tocar con todo; hasta ahora había compartido música y actuación y se me complicaba salir a tocar, tenía menos tiempo disponible y tenía que repartirlo entre las dos cosas», expresó de cara a la aparición en marzo de la pandemia que dejo truncas todas las giras musicales.
Pero además, el sueño del disco terminado en abril y en las plataformas en julio no pudo concretarse: «Mis sueños como los de toda la humanidad se postergaron –confesó–; iba a ser mi primera experiencia de la famosa gira de no volver a casa por meses y no pudo ser, será más adelante pero no sabemos cuándo ni cómo».
La actriz y cantante reflexionó también acerca de cómo imagina la experiencia de tocar sin el aplauso del público: «Entiendo que los aplausos simbolizan a las personas, que es lo que no podemos ver ahora, pero lo más importante es saber que estamos conectados. A mí no me gusta la tecnología, no me llevo bien, pero siento que Ritual tiene que ver con compartir con otros. Sé que no es lo mismo presenciar algo que verlo desde una pantalla, pero a veces vamos a los recitales y miramos directamente la pantalla; lo que falta es el calor humano. Aunque a veces uno no necesita ver para sentir».
A su tiempo, también habló de su experiencia como actriz que, seguramente, le posibilitará tener otras herramientas para el show vía streaming: «Es la fusión entre las dos cosas que a mí me gustan. Estos años atrás de una cámara me van a ayudar, si bien es distinto porque cuando uno actúa no mira a cámara y acá la idea es estar en contacto directo para mirar a los ojos, desde el Galpón de Guevara hasta el sillón de la casa que queda en Villa Urquiza o en España. Eso es lo maravilloso: que a pesar de toda esta desgracia y tanta complicación, y de los protocolos, hoy tenemos la posibilidad de ver a artistas desde cualquier parte del mundo. Yo, por ejemplo, vi a Fabiana Cantilo, a Pedro Aznar y a Caetano Veloso y me gustó la experiencia de sentarme y verlos desde la intimidad de mi casa. Hoy la gente necesita muchos estímulos. La idea del Ritual es que sea una experiencia, casi una película musical». Y cerró, acerca de como se imagina el futuro: «Creo que llegó la hora de reinventarse y de volver a la cosa más sencilla y artesanal.
