Natalie Pérez atiende el teléfono sin ocultar que aún le dura el “efecto borrachera” que le generó volver al vivo. Sus canciones suenan sin parar en las plataformas digitales e incluso reconoce que el streaming llegó para quedarse, pero «el vivo no se puede explicar con palabras; pasa algo con el escenario que es como una droga, casi que no me acuerdo lo que pasó. Fue como una gran borrachera. Después de tanto tiempo se da como una mezcla de sensaciones, de adrenalina, de alivio. Con mi equipo trabajamos de manera independiente y salió todo perfecto, los protocolos, la gente que se portó re bien. Fue un gran momento de amor”, graficó la artista en una charla con El Ciudadano que adelanta lo que pasará este sábado en Rosario.
El concierto en el Konex fue el sábado 20. Esa mañana, la cantante y actriz se despertó con la noticia de que habían hallado el cuerpo de Ivana en Córdoba y que su femicida había confesado ser el autor del hecho. “No había podido ir a la marcha que se hizo días antes y eso me apenó mucho. Esa mañana, cuando me desperté para ir a cantar, había pasado todo esto y pensé: «Esto no puede ser»».
Fue así que decidió ponerse la remera de #NiUnaMenos y junto a Fabiana Cantilo leer el poema «Hombres necios» de Sor Juana Inés de La Cruz. “Es una manera de que se sumen otras voces. Como dije en el escenario, esto nos tiene que importar a todos mas allá de cualquier inclinación política. Nos está pasando y no pasa nada, los asesinos siguen sueltos”, expresó.
“#NiUnaMenos empezó en 2015, tengo recuerdos de algunas chicas que me marcaron, de escuchar las noticias y no poderlo creer. Ursula, Ivana, son muchas. Me pegó muy de cerca, vivo con miedo, no quiero tener miedo, no quiero que mis amigas tengan miedo”, dijo. Y aclaró: “Quería leer algo pero que no tuviera que ver con la política. Quería ir mas allá de eso. «Hombres necios» es un poema escrito por una monja en el siglo XVII y dice lo mismo que estamos diciendo ahora”, aseguró.
Pisando fuerte
Si bien Natalie Pérez tiene una carrera como actriz que suma más de 24 años (debutó en Chiquititas en 1999), su incursión en la música es relativamente nueva. Hace dos años editó Un té de tilo por favor y en el 2020 sorprendió a sus seguidores con Detox, su flamante segundo disco. De la mano de esas canciones y de colaboraciones con variedad de artistas que van desde Coti hasta El Polaco, Natalie viene haciéndose un lugar en una escena musical argentina en la que las mujeres pisan fuerte y en la que se vienen reivindicando figuras emblemáticas, históricas y actuales, como la de Fabiana Cantilo (quien participó en su show en el Konex).
“Me toca subirme a un escenario en un momento en el que las mujeres ya pelearon por un lugar, Fabi fue una de ellas. Se abrió un camino en un mundo completamente machista y machirulo. Porque la música de esa época era 105 por ciento de hombres. La verdad es que me toca la fácil, por decirlo de alguna forma. Así y todo es muy complejo. Trabajar de forma independiente me da mucha libertad. Ahora reformulé mi banda y tiene 85 por ciento de mujeres. Me encanta compartir la música con mujeres. Me pasaba mucho, cada vez que iba a un lugar eran todos hombres, y me preguntaba: «¿Las mujeres dónde están?». Me puse a buscar a ver dónde estaban y las encontré. Hay un montón. Se abre el camino y venimos con todo”, aseguró.
Tiempo de Detox
Cuando se le ocurre una idea, Natalie abre su celular y la graba en una nota de voz. “Sorprendería la variedad de cosas que hay. Paso de un folclore a un reggaeton lento sin escalas; esa soy yo”, reconoció entre risas. “Empecé a estudiar música ahora. No sé mucho. Vivo probando, jugando e intentando mejorarme y ser feliz”, dijo Natalie autentica, relajada y sincera.
“Obvio que espero que este disco sea una evolución del anterior. Los separan dos años y medio. En cuanto a la composición sí fue cien por ciento distinta, escribí de viaje, un montón de cosas sola, colaboré con un montón de artistas, me abrí a nuevos aspectos musicales e incursioné en un montón de cosas. Cuando lo escuché entero, pensé: «Esto no tiene nada que ver nada con nada». Pero bueno (risas) esta soy yo”, dijo.
“Si agarró todas las notas de voz que tengo en el celular, donde grabo posibles canciones, sorprendería la variedad que hay. Así que todo lo que veo en este disco es evolución y la búsqueda por encontrar ese sonido que me represente, que todavía no lo encontré. O tal vez sea todo eso junto (risas), no lo sé”, apuntó quien desde el principio de su carrera sostiene como referentes al rock nacional argentino a Natalia Lafourcade, Mon Laferte, Bebe, pero también nombra formaciones como Bandalos Chinos, Indios, Zoe Gotusso, El Mató a un Policía Motorizado o Nafta.
Si bien surge en momentos de Spotify y de listas de reproducción, la cantante pensó Detox como una obra para escucharla de corrido. “En toda la primera parte estoy bastante intoxicada, bastante enojada con mis vínculos, mis cosas, mis experiencias. Y después del Detox todo lo veo mas con un poco más de amor que ahí viene «Flashee colores», «Ser guitarra» y «Fuera del mundo», que es toda la parte más naif y limpia y pura”, dijo y confesó que es un proceso que vivió en México.
“Me intoxique de picante, de mezcal, de angustias, de amores y me desintoxiqué ahí mismo también. Fue un proceso muy particular y divertido. Estaba muy tóxica cuando llegué allá. Venía de mucho trabajo, el disco, de historias personales, mucha data mezclada en mi cabeza. Y hacer música en cierta forma me salvo, me desintoxico”, confesó.
Las dos facetas de una misma Natalie
“Dediqué 24 años de mi vida a actuar, tranquilamente podría dedicar otros 24 a cantar”, confesó la actriz que la actualidad la encuentra cercana a dos personajes con los que el público ya se encariñó: está rodando lo que será la segunda temporada de Pequeña Victoria, la tira de Telefé en la que interpreta a Bárbara, una joven que alquila su vientre a Jazmín para que tenga a su hija Victoria. La serie sorprendió abordando la temática del alquiler de vientre y la parentalidad compartida en la televisión abierta. Consultada sobre la apertura de la televisión a ciertas temáticas, Natalie analizó: “Siento que hay una evolución de la especie humana. Todos nos tenemos que aggiornar. Seguramente si Dios estuviera acá sería más moderno que la gente que levanta la voz en su nombre. Por suerte evoluciona lo que hablamos. A la gente le gusta ver los temas cotidianos y los temas cotidianos cambiaron. Está buenísimo y también está bueno que la tele se aggiorne”.
Y aclaró: “Siempre me causó gracia que si estas con un nene en tu casa y aparece una teta en la televisión la apagás pero si aparecen cinco tipos agarrandose a piñas o a tiros lo dejás. Eso es algo que tiene que empezar a cambiar porque una teta no tiene nada de malo y un arma sí”.
Además, Natalie también volverá este año a ser Pilar, la ex de Sebastián Wainraich en la producción de Netflix Casi Feliz. “Netflix tenemos todos, fue muy loco prender la tele para ver una peli como todas las noches y ver mi cara. Ahí dije: «Esto está pasando de verdad». No tomo mucha conciencia de las cosas hasta que pasan”, apuntó sobre la serie que definió como una buena experiencia, sobre todo en materia de producción. “Es distinto porque son otros tiempos, calidades, estándares. Más para la producción que para mí. Fue una muy buena experiencia y se viene la segunda temporada», concluyó.
Para agendar
Natalie Pérez tocará en Rosario este sábado en el Patio de Centro Cultural Güemes (Ovidio Lagos 162 Bis) con dos funciones, una a las 21.30 que cuenta con entradas agotadas y otra a las 19 para la que aún se pueden comprar localidades en http://entradaplay.com.