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Nebbia se recupera tras un infarto

El prócer del rock superó una intervención quirúrgica y permanece en observación. Tras el cateterismo, Litto le dijo a su mujer Álex: "me llevo tres Steinway en el corazón", haciendo un juego entre "stent" y el mejor piano del mercado.

Litto Nebbia, de 67 años, se recupera favorablemente de una intervención quirúrgica en la que se le realizó exitosamente un cateterismo para superar un problema cardíaco que sufrió en Montevideo , después de actuar en Medio & Medio y antes de presentarse en la capital uruguaya.

El notable músico afirmó «me llevo tres Steinway en el Corazón», según contó su esposa Alexandra Deluca, Litto equiparó a los stent que le fueron colocados en sus arterias por los cirujanos con los pianos Steinway, que son considerados los mejores en acústica.
Deluca añadió que Nebbia, al despertar en su habitación, «llevaba una amplia sonrisa llena de lágrimas, le agradeció a Dios, al equipo médico y a todos los que rezamos por él».
Fuentes del entorno de uno de los fundadores del rock argentino, confiaron que la operación fue exitosa, aunque el autor de ‘La balsa’ deberá permanecer dos días en observación, ya que en Argentina los médicos constataron que había sufrido un infarto asintomático»
En una carta, su esposa Alexandra Deluca explicó que Nebbia llevaba más de un mes con dolores, fiebre y gastroenteritis. “Luego de los shows de Medio & Medio en Punta Ballena nos dirigimos a Montevideo para la presentación tan esperada por él en la Sala Zitarrosa, pero Litto no se sentía bien. No sabíamos si eran secuelas de lo anterior o una intoxicación, o una infección, de médico en médico, de clínica en clínica. Corrían los diagnósticos, corrían los médicos, corríamos nosotros pero Litto seguía sin sentirse bien”, explicó.
“Luego de una serie de fallidos diagnósticos, Nebbia suspendió el show en la sala Zitarrosa y regresó a la Argentina, donde se descartó una pancreatitis o una intoxicación, pero se comprobó que había sufrido un infarto asintomático”, agregó.
“Hoy, al despedirnos de la última visita que le hice en terapia intensiva, me dijo, sonriendo y guiñándome un ojo desde la cama: «Todo va a estar bien linda»”.

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