La legisladora del Movimiento Evita Lucila De Ponti cree que se abre un tiempo de debate, dentro y hacia afuera del peronismo, con el objetivo de ampliar la base de sustentación para las elecciones provinciales y nacionales y presentar una oferta electoral “a tono con las demandas de este tiempo”, que recupere “la potencia transformadora que históricamente definió al peronismo” y reduzca “las brechas de desigualdad”. Para eso sugiere quitar la centralidad de los nombres propios y trabajar sobre “la agenda de los sectores más postergados”. Insiste en “una nueva forma de ejercer los procesos de conducción y de liderazgo que tenga que ver con fortalecer la convocatoria, fortalecer la mirada colectiva”. Reconoce que disminuyen las chances de victoria en los comicios de este año si el gobierno nacional no empieza a mostrar resultados en su pelea contra la inflación y si el gobierno provincial no mejora los índices del ítem inseguridad, en especial en Rosario.
—¿Cómo se prepara el Movimiento Evita para la disputa electoral de este año?
—Sí, mira, la definición principal que tomamos para este año electoral es la necesidad de poder empujar un proceso de debate y de discusión al interior del peronismo, al interior del Frente de Todos, y que esto implique también la necesidad de entender que es indispensable no sólo agrandar en términos cuantitativos nuestro frente sino fundamentalmente poder fortalecer la mirada de un peronismo, de un movimiento nacional y popular, que esté a tono con las demandas de este tiempo. Y que, sobre todo, recupere la potencia transformadora que históricamente definió al peronismo, y que es un poco lo que nos permite y también nos compromete a asumir la agenda de los sectores más postergados, la agenda que busca construir mayores niveles de igualdad, la agenda que buscaba encontrar otras perspectivas de justicia y ampliación de derechos. Entendemos que es el vehículo fundamental para poder reconstruir la confianza y sobre todo la legitimidad que la sociedad le da a la política y que entendemos que en este último tiempo es una relación desgastada, la relación de la sociedad con la política. Y que esto tiene que ver con toda la serie de problemáticas no resueltas, con los objetivos incumplidos. Y entendemos que para esto es indispensable poder profundizar un diálogo, no solo con los sectores con los que históricamente hemos construido y con los que forman parte digamos del mundo peronismo, sino también con muchos otros sectores de la política y de la sociedad que construyen con otras identidades, que construyen con otras herramientas, pero con quienes naturalmente coincidimos en términos de objetivos y en términos de miradas y horizontes acerca de para qué sirve la acción política, para qué sirve la gestión y cuáles son los principios que tienen que sostener esta práctica y sus objetivos fundamentales. Entonces, en este marco venimos teniendo conversaciones con distintos sectores, no sólo la política, sino que también forman parte de otro tipo de organizaciones, o personas que incluso están involucradas y comprometidas con la transformación de la realidad, y entendemos que tiene que ser el camino para poder de alguna manera abordar este desafío de poder reconstruir una política transformadora.
—¿Cómo avanza ese diálogo? ¿Ciudad Futura está en ese armado?
—Bueno, son conversaciones que están abiertas, como te decía, con distintos sectores, y que tienen que ver con poder encontrar un sentido común y la posibilidad de construir una expresión política de esto que venimos charlando y por supuesto también una expresión electoral. Me parece quizás anticipado poder precisar nombres o precisar espacios, pero sí nos interesa, y creemos que es la principal propuesta, poder consolidar esto que vienen siendo conversaciones, poder consolidarlo en una construcción y una propuesta con perspectivas de participar de manera competitiva en lo que es el proceso electoral del 2023. Y entendemos que es necesario atravesar estos procesos y sobre todo tener en claro para qué lo hacemos. Y fundamentalmente entender que es necesario poder ir poniendo también en práctica y en hechos muchas ideas que tenemos y que tienen que ver con las necesidades de poder darle esta renovación de miradas a la política y sobre todo a lo que se ha construido en el marco del Frente de Todos.
—¿Cuáles serían las demandas insatisfechas en las cuales centrar la propuesta?
—Bueno, nosotros entendemos que hay una agenda de demandas históricas que tienen que ver con la estructura de la sociedad, de la economía, con una estructura que es altamente desigual y que ha postergado a muchos sectores de la sociedad a vivir en condiciones de precariedad y de indignidad ya desde hace décadas. Y que lamentablemente estos 40 años de democracia que hemos vivido, si bien nos han permitido construir un sistema político sólido, de respeto a los valores del Estado de derecho, y que tenemos que defenderlo, entendemos que la democracia tiene que iniciar una etapa de asumir una agenda sustancial, una agenda de poder garantizar en términos de objetivos concretos la disminución de las brechas de desigualdad que tenemos. Y nos parece que ése tiene que ser uno de los principales objetivos, en una mirada más amplia, histórica, estructural, y también teniendo en cuenta lo que han sido estas últimas gestiones que tenemos vigentes tanto a nivel provincial como nacional, porque son gestiones del Frente de Todos, donde entendemos que si bien han habido objetivos que se alcanzaron y cosas importantes que se hicieron, parece que todavía sigue quedando pendiente asumir con mayor volumen y mayor dimensión la posibilidad de implementar políticas concretas que nos permitan disminuir y erradicar estas brechas de desigualdad. Y hacerlo desde un rol protagonista del Estado, pero convocando a los distintos sectores de la sociedad, al sector privado de la economía, al Tercer Sector, al cooperativismo y al mutualismo, que es tan importante. Para poder ser actores fundamentales y construir un desarrollo para nuestro país y para nuestra provincia, que tenga matices de mayor igualdad, de mayor mayores niveles de justicia, y que nos empiece a poner en la senda de resolver estas estas problemáticas históricas. Y que para eso también es fundamental hacerlo, no sólo desde esa perspectiva económica, convocando al resto de los sectores de la sociedad, sino también desde la perspectiva social y convocando también a todas las otras formas de organización que existen, que nos tienen que permitir poder transitar un camino nuevo, donde la acción del Estado sea más eficiente. Pero que también sea más eficiente porque puede de alguna manera convocar y conducir al resto de la sociedad en objetivos concretos, para que empecemos finalmente a encontrar el sendero de una solución al problema del trabajo, para que todos los argentinos puedan acceder al trabajo con derechos, para que todos puedan vivir en territorios donde estén garantizadas las condiciones mínimas de servicios y donde se pueda acceder a una vivienda digna, donde la educación y la salud sean, como son, derechos garantizados, pero con la calidad que todo el pueblo argentino merece. Y así toda la lista de cuestiones que nos parecen fundamentales para construir una sociedad más integrada. Y creemos que muchas veces no fueron asumidas con la centralidad y el protagonismo que deberían haberlo hecho dos gobiernos peronistas.
—¿La opción del cambio se reduce en función de que el electorado le pide al sector que ustedes integran la gestión actual o le reclama gestión actual de los problemas?
—Por supuesto, para empezar nosotros no tenemos ninguna duda de que más allá de que hayan quedado objetivos incumplidos o metas que no hayan sido alcanzadas, el período que con mayor profundidad significó de alguna manera un retroceso en términos de los derechos adquiridos y de las fortalezas de nuestra economía en la historia reciente ha sido el periodo en el cual fue gobierno Juntos por el Cambio. Y señalo los aspectos fundamentales: uno, el tremendo endeudamiento que hoy nos somete a estar en el marco de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, que restringe nuestra autonomía para tomar decisiones macroeconómicas. Y, por otra parte, lo que ha sido un golpe muy duro en la estructura productiva, sobre todo lo que tiene que ver con la estructura industrial, donde se retrocedió en términos de la creación de empleo y de la capacidad productiva de nuestro país. Y que esos elementos han sido muy nocivos para pensar y poder transitar este camino hacia un desarrollo con igualdad y con justicia, que es lo que necesitamos. No tenemos ninguna duda de lo que sería un gobierno de Juntos por el Cambio, ya sea en Argentina o Santa Fe, porque en Santa Fe hoy lo que se está discutiendo también es la conformación de un frente político que se aglutina sólo por el hecho o con el objetivo de ganarle al peronismo, identificado en los aspectos fundamentales, sobre todo en términos de función del Estado y de los objetivos económicos, con lo que ha sido Juntos por el Cambio en su último gobierno nacional, con todo el impacto negativo que esto ha tenido específicamente para la provincia de Santa Fe. En este sentido, me parece que es importante que frente a esto, nosotros podamos no solo fortalecer las construcciones que venimos llevando adelante sino mejorarlas y ampliarlas, no sólo desde lo cuantitativo, sino desde la discusión que damos a la sociedad. Y en este sentido nos parece fundamental poder recuperar la capacidad y la potencia transformadora que históricamente ha tenido el peronismo y entender que la política de la gestión del Estado tiene que servir para convocar a la sociedad en un proceso de conquista de mayores niveles de igualdad. Nosotros pensamos en una Santa Fe que pueda ser líder en términos del desarrollo económico, porque en esta provincia existen sectores económicos o sectores de la producción que son de punta y que encabezan los índices de actividad a nivel nacional, y eso está muy bien, pero nosotros queremos una Santa Fe que sea vanguardia, que encabece los rankings en términos de del desarrollo integral de nuestra sociedad, de la posibilidad de construir a través de la gestión del Estado y el crecimiento económico condiciones de vida igualitarias para el conjunto de los habitantes de nuestro territorio. Que deje de ser un condicionante el lugar donde se ha nacido en términos de la posibilidad de construir un proyecto de vida, personal o colectivo. Asumir esta agenda, que es la agenda de pensar un futuro estratégico, de un futuro a largo plazo para nuestra provincia, tiene que hacerse con la convocatoria a distintos sectores que vienen pensando en cómo tenemos que construir y consolidar un modelo productivo que, como te decía, no solo genere mayores niveles de igualdad, sino que incorpore también la medida ambiental para poder ganar sustentabilidad en el largo plazo, que nos permita vincular al sistema educativo para poder generar oportunidades en términos de proyectos de vida, para todos los jóvenes y las jóvenes de la provincia de Santa Fe, sobre todo de la ciudad de Rosario, que atraviesa un momento tan crítico en términos de la posibilidad de integración de su juventud, y que esto también impacta en los altísimos niveles de violencia. Necesitamos construir un acuerdo respecto de una política de Estado, para abordar la problemática de la violencia, de la dependencia y de la impunidad en nuestra ciudad. Para esto se necesita un liderazgo muy fuerte y se necesita una amplia convocatoria a todos los sectores sociales, a los tres niveles del Estado, tanto en términos jurisdiccionales como en términos del Poder Legislativo, Judicial y Ejecutivo, para poder coincidir en la implementación de una política de Estado que se sostenga en el tiempo y que tenga la dimensión y la escala necesaria respecto del problema que enfrentamos. Necesitamos imperiosamente un proceso de reforma policial y reconstruir la eficiencia y la capacidad de nuestra institución, también necesitamos recuperar la presencia del Estado en el territorio, en toda su dimensión y en todos sus aspectos, y esto requiere una inversión de recursos mucho mayor. Y para esto necesitamos tener una mirada de largo plazo. Ningún gobierno va a poder resolverlo por sí mismo, pero mucho menos creo van a poder resolverlo las gestiones en el marco de las cuales este problema se inició. Más allá de que entendemos que hay que hacer una autocrítica por la falta de resultados en la gestión de Perotti, en las gestiones previas fue cuando de alguna manera se consolidó esta problemática como un aspecto fundamental de la vida, sobre todo en la ciudad de Rosario, y que es imperioso empezar a resolverlo.
—Mencionaste la necesidad de un liderazgo muy fuerte para para que el peronismo recupere la potencia transformadora y sea opción de cambio de algunas políticas, ¿quién podría encarnar ese liderazgo en la provincia?
—No es una cuestión de nombres propios. Incluso me parece que no es una cuestión de un liderazgo individual. Me parece que lo que tenemos que poder construir, y que incluso esto lo veo como un desafío generacional, es la posibilidad de un liderazgo de la política para conducir a la sociedad en este sentido. Con audacia, con creatividad, pero sobre todo con una nueva forma de ejercer los procesos de conducción y de liderazgo que tenga que ver con fortalecer la convocatoria, fortalecer la mirada colectiva, con fortalecer la escucha, y que desde ese lugar las decisiones que se toman estén legitimadas y sean acatadas, sean asumidas e incorporadas por el conjunto de actores que tienen que formar parte de la construcción de un proceso. Si vamos a pensar en liderazgos individuales, toda la historia reciente de la Argentina y de la provincia de Santa Fe está signada por liderazgos individuales, que creo en muchos aspectos han fracasado o se han quedado cortos en términos de poder asumir sus objetivos. Entonces me parece que seguir focalizando en hombres propios es seguir reproduciendo los mismos errores. Nosotros necesitamos construir un proceso de liderazgo más colectivo, de un liderazgo que tenga que ver con poder fortalecer el rumbo de acción de esas decisiones que se toman y recuperar el valor de la palabra, y recuperar el valor de que lo que se dice y lo que se propone en ese marco de una campaña electoral o en el marco de un discurso sea después efectivamente lo que se hace. Porque creo que una parte de la desconfianza y de la deslegitimación de la sociedad hacia la política tiene que ver, quizás, con la abundancia de discursos que luego no se manifiestan en las decisiones que se toman o en las decisiones que se pueden tomar. Necesitamos transitar un período nuevo donde la centralidad no sean los nombres propios, sino que sea la capacidad de esperanza de entusiasmo, de convocatoria, que pueden generar las ideas y los procesos colectivos.
—Es difícil articular una presentación de un proceso político sin un liderazgo fuerte. ¿Es un desafío que se puede sortear? ¿Cuál sería la manera de hacerlo?
—Sí, creo que es un desafío poder articular esto que te decía antes con un sistema y una cultura que tiende al individualismo. Y en ese sentido, siempre, más allá de la necesidad de darle protagonismo a los procesos colectivos, hay personas que le ponen nombre y le ponen cara a estos procesos, pero me parece que lo fundamental tienen que ser las ideas. Y tiene que ser los objetivos, las miradas y el programa. Y después sí, por supuesto, cada sector va a poner a disposición los mejores hombres y mujeres para llevar adelante este proceso. Y nosotros venimos dando esta discusión y hemos puesto sobre la mesa la candidatura para la gobernación de Eduardo Toniolli y venimos discutiendo esto con otros sectores del peronismo, como los que forman parte de la Corriente de la Militancia, de los que forman parte de los de los movimientos de organizaciones sociales, lo venimos discutiendo con Ciudad Futura, lo venimos charlando con muchos sectores que forman parte del mundo gremial, del mundo del ambientalismo, del mundo del feminismo. Y así, por supuesto, que en la medida en que el proceso electoral vaya tomando forma estas cuestiones van a van a ir adquiriendo más protagonismo, pero nos parece que lo fundamental es poder definir por qué lo hacemos, para qué lo hacemos y cuál es la sustancia de este camino que queremos transitar. Para que efectivamente represente e implique la posibilidad de que el peronismo vuelva a formar parte de una propuesta y de un planteo a la sociedad que genere entusiasmo, que genere esperanza, y sobre todo que esté construido con la audacia y la creatividad que este momento requiere.
—¿Cuál pensás que va a ser la clave del debate en la provincia el año próximo?
—Bueno, obviamente que en términos políticos hay un clima que está determinando el escenario nacional, que tiene que ver con dos grandes coaliciones, que una es la que protagoniza el peronismo y sus aliados y otra la que estaba protagonizada por Juntos por el Cambio, pero me parece que la sociedad además tiene una agenda de problemáticas fundamentales que tienen que ser discutidas. Si nos circunscribimos a la provincia de Santa Fe, por supuesto, una de ellas tiene que ver con el problema de la seguridad y yo creo desde mi punto de vista hay dos o tres aspectos más, uno es claramente el económico, que esto es una cuestión también de índole nacional y requiere sobre todo de definiciones respecto de políticas macroeconómicas nacionales, pero también cómo la provincia direcciona sus líneas de gestión para promover un desarrollo económico que no solo sea orientado por el crecimiento de las economías de punta que tenemos en nuestra provincia y que son muy importantes, sino también que permita abordar otros debates que atraviesan a los sectores más postergados, que no son solamente los más humildes, sino que también son los sectores medios, o los sectores del trabajo, que hoy tienen discusiones respecto al poder adquisitivo de su salario, respecto de la capacidad de tener un trabajo con derechos, respecto de sustentabilidad de sus unidades productivas. Este también va a ser un dato fundamental. Y bueno, por supuesto, respecto de la provincia de Santa Fe creo que hay algo indispensable que tiene que ver con algunas cuestiones que históricamente se han discutido en nuestra provincia en términos de garantía de derechos, vinculados a la salud y a la educación, y que necesitamos también fortalecer esos sistemas y repensarlos de cara al tiempo histórico que atravesamos. Y una cuestión más, que me parece importante, y que se ha instalado con mucha fuerza en el último tiempo, que es la cuestión ambiental. Y cómo esto se puede armonizar y puede convivir con el modelo productivo.
—¿Para llegar con chances a la elección del año próximo el gobierno tiene que mostrar resultados positivos en la pelea contra la inflación?
—Me parece que es fundamental poder mostrar resultados y empezar a encaminar la resolución del tema económico a nivel nacional. Y al mismo tiempo creo que es importante también en la provincia de Santa Fe mostrar algunos resultados, sobre todo en la ciudad de Rosario, respecto del tema de la seguridad. Y que pueda al menos empezar a verse un camino de resolución. Me parece que sin algunos indicadores positivos en estos dos aspectos es difícil poder lograr que la sociedad valorice un montón de otras cosas que se están haciendo , que tienen que ver con muchas obras de infraestructura, con la garantía del Boleto Educativo Gratuito, con la política de Ciencia y Tecnología, vinculada a la producción, con la política de género. Pero todo esto es más difícil que la sociedad lo valore cuando no se resuelvan otras cosas fundamentales. Y lo mismo a nivel nacional, donde creo que se ha hecho mucho, pero que hay algunos problemas que siguen marcando la vida cotidiana de los argentinos.
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