“Necesitamos un mundo más democrático en serio, porque no se puede vivir en un mundo donde todo dependa de lo que resuelvan una o dos personas”, señaló ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en Nueva York, donde hoy hablará en la 68 Asamblea Anual de las Naciones Unidas.
Cristina se expresó así en diálogo con medios argentinos al finalizar su encuentro con la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, para analizar las asimetrías comerciales entre los dos países, entre otros temas, en el hotel Saint Regis, donde la mandataria brasileña se hospeda en Manhattan.
En ese marco, y a un día de brindar su discurso ante la Asamblea General de la ONU, se refirió nuevamente a los fondos buitre y señaló que “la Argentina pasó de ser un deudor serial a ser un pagador serial y no nos quieren dejar pagar”, aunque garantizó que el país “va a pagar como sea”.
“Queremos darles tranquilidad a los acreedores que les vamos a pagar. Es irracional que sólo el 0,45 por ciento de los deudores estén haciendo este reclamo”, agregó.
Al referirse a su encuentro con Dilma, indicó que la reunión “fue excelente como todas las reuniones con ella”, y agregó: “Quedamos a la espera de su discurso, el cual escucharemos con atención”.
En ese marco, destacó la decisión de su par brasileña de suspender su visita oficial a Estados Unidos por el espionaje, al sostener que fue “una actitud de dignidad para su país”.
Previo a la reunión con la presidenta de Brasil, Cristina Fernández se había encontrado en el hotel Mandarin –donde se hospeda–, con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo, Luis Alberto Moreno (ver aparte).
Por otra parte, hasta ahora no está confirmado un encuentro bilateral de la presidenta con su par del Uruguay, José Mujica, para tratar –por iniciativa del oriental– el reclamo de la ex pastera Botnia para aumentar su producción, a lo que la Argentina se opone.
En su discurso ante la Asamblea General, previsto para hoy alrededor de las 19 (hora argentina) y que será su sexta participación en ese foro, la presidenta insistirá en la posición frente al reclamo de los fondos buitre, luego del fallo de la Corte de Apelaciones de Nueva York que obliga a la Argentina a pagar 1.500 millones de dólares y pone en peligro los pagos de la deuda renegociada.
Cristina abrió hace un mes por tercera vez el canje de deuda y dejó en claro que la postura de su gobierno es pagar. La propuesta es hacer un cambio de bonos voluntario para sustituir los papeles de ley estadounidense por otros de legislación nacional y evitar así posibles embargos. En la segunda parte del reportaje que emitió ayer el canal oficial, la jefa del Estado adelantó que será una Asamblea “entre los buitres de la deuda y los halcones de la guerra”.
Así, englobó dos de los temas más trascendentes: la situación económica y la posible invasión a Siria, impulsada por Estados Unidos, a la que la Argentina ya anticipó su rechazo. Asimismo, y tal como lo hace en cada una de sus intervenciones ante la ONU, insistirá con el tema Malvinas y la necesidad de dialogar con el Reino Unido, al tiempo que no se descarta alguna referencia al espionaje de Estados Unidos a gobiernos de la región, tema por el cual su par de Brasil suspendió una visita oficial a Washington.
Aunque no está confirmado, un capítulo especial en el discurso presidencial sería el acuerdo firmado entre la Argentina e Irán para avanzar en la investigación del atentado a la Amia en julio de 1994.
Un encuentro con el titular del BID
La presidenta Cristina Fernández se reunió ayer en Nueva York con el titular del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, con quien dialogó sobre el avance en la competitividad de la región del Norte Grande, además de repasar el mejoramiento del sistema ferroviario a partir de un crédito otorgado por el organismo, entre otros proyectos. El encuentro desarrollado en el marco de su visita a Nueva York, donde participará de la Asamblea General de Naciones Unidas, tuvo lugar en el hotel Mandarin Oriental, donde se encuentra hospedada la mandataria. Moreno calificó el encuentro como “muy bueno” y destacó que el BID “tiene una actividad regular con la Argentina que esperamos seguir manteniendo”.