El ex líder militar serbiobosnio Ratko Mladic, uno de los presuntos criminales de guerra más importantes del mundo, se negó ayer en su primera comparecencia ante un tribunal de las Naciones Unidas, a declararse inocente o culpable de los “cargos detestables” que se le imputan por la guerra de Bosnia, razón por la cual se fijó para el 4 de julio la próxima sesión del proceso.
Mladic, antiguo comandante militar de los serbiobosnios durante la guerra de Bosnia en la que murieron al menos 100.000 personas, fue detenido el pasado 26 de mayo en la localidad de Lazarevu, en la región serbia de la Voivodina (norte), fue extraditado a La Haya y encarcelado en el centro de detención de Scheveningen el pasado 31 de mayo.
En su primera comparecencia ante el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY), en La Haya, Mladic, de 69 años, se negó a declarase culpable o inocente y dijo ser un hombre “gravemente enfermo”, pero luego manifestó su deseo de defenderse a sí mismo.
Enfrentado con los jueces del TPIY 16 años después de que los fiscales presentaran las acusaciones en su contra, los achaques de la edad y de su vida de fugitivo se hicieron patentes para los sobrevivientes de la guerra, diplomáticos y periodistas que presenciaron la audiencia desde la galería pública del tribunal.
Sentado en una sala de Justicia separada de la galería por un vidrio a prueba de balas, Mladic parecía incapaz de mover sin problemas su mano derecha.
Guardias de la corte lo sostuvieron cuando tuvo que pararse y lo ayudaron a ponerse unos auriculares para poder oír la traducción al serbio de lo dicho en la audiencia.
Su familia dijo, tras su arresto, ocurrido la semana pasada en Serbia, que Mladic sufrió dos derrames cerebrales durante los años en que estuvo prófugo acusado de genocidio y crímenes de guerra cometidos durante la guerra de Bosnia (1992-1995), uno de los conflictos de desintegración de la ex Yugoslavia.
Por su parte, la ministra de Justicia serbia, Snezana Malovic, afirmó que el supuesto cáncer denunciado por el abogado de la familia formaba parte de los esfuerzos de la defensa para evitar su juicio y el fiscal adjunto para crímenes de guerra de Serbia, Bruno Vekaric, se limitó a calificarlo de “coartada”. El ex general saludó a la galería con su mano izquierda y dijo al juez presidente del tribunal, el holandés Alphons Orie, que no quería que se leyera en público “ni una sola palabra” de la acusación en su contra. El magistrado procedió no obstante a la lectura y luego preguntó al acusado si quería declararse culpable o inocente, pero Mladic dijo que no quería responder a “cargos detestables” y “palabras monstruosas”.
Orie habló de “expulsión y asesinato” y describió las masivas fosas comunes halladas en Serbia y las deportaciones a campos de trabajo forzado de musulmanes bosnios. Mladic tendrá que responder por “genocidio y crímenes contra la humanidad” por su rol en la masacre de 8.000 hombres y jóvenes musulmanes en el enclave bosnio de Srebrenica, el sitio de cuatro años de Sarajevo y una campaña de limpieza étnica de no serbios en Bosnia, dijo Orie.