La Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara) denunció que este miércoles personal de la Terminal Puerto Rosario le negó el acceso a un grupo de inspectores del ministerio de Trabajo y certificadores de condiciones de higiene y seguridad que iban a controlar un buque chileno de carga. Desde el gremio que reúne a 150 controladores en Rosario y San Lorenzo dijeron que ya había ocurrido antes y la empresa suele incumplir las exigencias de seguridad laboral. “Nos sorprendió que esta vez también le negaran controlar las condiciones de trabajo al ministerio. Trabajamos para chequear la seguridad e higiene de la carga y de los que trabajan para evitar accidentes. Fue muy grave y sienta un mal precedente”, dijo a El Ciudadano el secretario general de la unión, Humberto Reinoso.
Denegado
Según contaron desde la unión, este miércoles a las 8.30 un grupo de controladores llegaron a la Terminal Puerto Rosario (avenida Belgrano 2015). Entraron junto a inspectores del ministerio de Trabajo de Santa Fe. Desde la empresa los hicieron esperar en unas oficinas hasta que llegó el gerente de Recursos Humanos. Siempre según contó Reinoso, los hicieron esperar y después de 20 minutos les dijeron que no podían entrar a fiscalizar el barco. “Nos dijeron que no había ningún barco operando. Estábamos con las planillas oficiales y teníamos la certeza que se estaba descargando en un barco. La empresa a la que fuimos a controlar estaba operando en el barco, pero sin personal. Eso es altamente peligroso”, explicó el gremialista.
El control a los barcos que traen y llevan productos y granos es fluctuante. Puede hacerse dos veces por día durante temporadas de mucho tráfico y luego puede haber semanas sin tareas. “Chequeamos que lo que entra y sale, y las condiciones en la que esa tarea se hace, sea segura. Lo grave es que le impidieron también el ingreso a los funcionarios del ministerio de Trabajo e ignoran los derechos de los trabajadores”, insistió Reinoso.
“Denunciamos esta situación para que no se transforme en cotidiano y el comprador o vendedor no tenga la certeza que el cereal que sale de nuestros puertos no haya tenido el control suficiente”, finalizó el secretario de la unión.
