La Cámara Federal de Casación Penal negó este martes la libertad condicional de Mario Segovia, conocido como el “Rey de la Efedrina”, quien cumple una condena a 16 años de prisión en una causa por narcotráfico, informaron fuentes judiciales.
La sala I del máximo tribunal penal, integrada por los jueces Gustavo Hornos, Carlos Mahiques y Ana María Figueroa, ratificó la decisión del Tribunal Oral Federal (TOF) 4 de San Martín, que había denegado el pedido de la defensa por no cumplir con la cantidad de años exigidos para acceder al beneficio.
Para rechazar el pedido, los camaristas también tuvieron en cuenta que, según los informes elaborados por el Complejo Penitenciario Federal I de Ezeiza, donde está detenido Segovia, el 6 de diciembre último se le aplicó una sanción de 10 días de permanencia en celda individual de alojamiento porque se le encontró una tablet.
Por entonces, fuentes penitenciarias señalaron que en el lugar también se encontró un croquis de la cárcel y la principal sospecha era que planeaba una fuga y continuaba cometiendo delitos desde la prisión.
El «Rey de la efedrina» fue condenado a 14 años de prisión durante un juicio realizado en 2012 en San Martín, en el que fue considerado coautor del delito de «contrabando agravado por la participación de tres o más personas y por tratarse de sustancias que puedan afectar la salud».
La sentencia fue confirmada en junio de 2016 por la Sala I de la Cámara Federal de Casación Penal, que rechazó recursos de casación e inconstitucionalidad interpuestos por las defensas de Segovia y otros condenados en la misma causa, entre ellos a mexicano Jesús Martínez Espinoza.
Como Segovia había sido condenado a cuatro años de prisión en otra causa del fuero Penal Económico, finalmente se le fijó una pena única de 16 años.
En la causa de San Martín, se investigó el tráfico internacional de drogas y de materias primas para producirlas, que tuvieron por denominador común la efedrina o pseudoefedrina.
De acuerdo a los investigadores, estas actividades fueron desarrolladas por dos grupos de personas -uno de ellos fue el que montó el laboratorio de metanfetamina en una quinta de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz- que en total consumaron 91 hechos por 4.400 kilos de efedrina.
Según la pesquisa, Segovia era quien se encargaba principalmente del transporte aéreo de la efedrina desde Argentina a México, ya que estaba inscripto con un nombre falso para poder comprar precursores químicos bajo la identidad de Héctor Benítez, un preso del penal de Sierra Chica.
