Uno de los sindicados cabecillas de la banda narco desbaratada hace una semana en un operativo que contó con más de 40 allanamientos simultáneos, secuestro de estupefacientes, armas y autos de alta gama —y que derivó en la detención de 19 personas— fue indagado ayer por el juez Federal Carlos Vera Barros. Se trata de Nicolás Diego P., de 27 años, quien negó las acusaciones, se abstuvo de declarar y asumió su adicción a las drogas, según confió su abogado defensor, José Abichaín Zuain.
El martes fueron detenidas 17 personas en el marco de esta causa, y el sábado otras dos. Rápidamente, fueron excarcelados varios de los detenidos, y según uno de los abogados de los acusados, fueron liberados más de la mitad y se esperaba que sólo queden presos los acusados de ser los supuestos “cabecillas”.
El joven fue apresado el sábado pasado junto a otro sospechoso y quedó acusado, junto a otros tres detenidos el martes último, de regentear una organización dedicada a la comercialización de estupefacientes para clientes de buen poder adquisitivo en la zona del centro y macrocentro rosarino. En diálogo con El Ciudadano, su defensor dijo que su cliente negó el hecho imputado y se abstuvo de declarar, aunque asumió tener un problema con el consumo de estupefacientes. Además, adujo que no se encontró nada ni en su domicilio ni en el de su padre y que no se resistió al arresto, por lo que solicitó su excarcelación por no existir “peligrosidad procesal”. El letrado agregó que Nicolás, cuya hermana Justina fue asesinada a fines de 2013 junto a su novio Luis Medina, tiene domicilio fijo y trabaja en la panchería de su padre ubicada en Mendoza y Circunvalación.
Por su parte, los abogados de otro sindicado cabecilla optaron por una estrategia defensiva distinta ya que no solicitaron la excarcelación de su cliente, Nelson M., de origen venezolano, quien trabajaba como stripper. Así lo expresó Guillermo Muratti, quien también defiende a un joven de 20 años que ayer fue excarcelado tras pagar una fianza de 10 mil pesos.