Si algo tuvo el dulce sueño mundialista es que recreó un antiguo imaginario que sostiene que Argentina tiene todo para estar entre los grandes y ser reconocida como tal. La Selección nacional y Alejandro Sabella lo hicieron posible. Que no hayan traído la Copa resultó un detalle secundario, porque se destacó que lo importante fue la hidalguía y el jugar de igual a igual. Que no se recurrió a malas artes, no se colgaron del travesaño para aguantar y ver si le robaban un gol al adversario del primer mundo. Ese equipo al que se le destacó que ganó y perdió con todas las de la ley, sin echar mano a la afamada avivada argentina, de abajo hacia arriba y apostando por el esfuerzo propio, concluyó siendo la metáfora perfecta de un país reencontrándose con el sueño de un destino de grandeza y virtuosismo que hace medio siglo que se le escapa de las manos. Sueño que dirigentes y pueblo, cada uno con sus responsabilidades, hicieron que no se parezca mucho a la Argentina real, pero que sigue vivo y se reencuentra con su gente cada vez que la Historia le proporciona una buena excusa.
Paso a paso
Para el gobierno municipal el receso invernal y el Mundial no fueron oportunidad de descanso. En las últimas dos semanas empresarios y comerciantes fueron a golpear las puertas del Palacio de los Leones preocupados por un potencial impacto negativo de la prohibición de estacionar en unas 80 cuadras del centro. Los empresarios fueron a presionar para que la intendenta suspenda la ordenanza aprobada por el Concejo con amplio consenso. No lograron su cometido, pero tampoco se fueron con las manos vacías.
El viernes a la tarde les comunicaron que la implementación sería gradual y no completa. Se empezará por anular el estacionamiento en nueve cuadras elegidas especialmente por su baja concentración de locales. Con esta decisión la intendenta achica el pánico de los hombres de comercio y disuade la amenaza de un conflicto. Si la medida estuvo bien estudiada, el paso del tiempo hará el resto del trabajo.
Paro preventivo
También hizo ruido en el gobierno de la ciudad el “paro preventivo” y sin previo aviso de los choferes del transporte urbano el domingo pasado tras la final del Mundial.
El antecedente es pésimo y desnuda las dificultades que enfrentan ese servicio público y quien tiene que garantizarlo. Más preocupa si se confirmaran las sospechas deslizadas por concejales de la oposición sobre que la medida gremial se hizo con consentimiento implícito de la Municipalidad y el concesionario privado.
Por un lado suena insensato exponer al sistema de transporte a daños que dejan los ómnibus fuera de servicio, atentando contra miles de pasajeros que al día siguiente necesitan ir a laburar. El interrogante es cómo sigue esto: ¿paros preventivos los días de partidos de Newell’s y Central porque también se dañan coches y le roban a pasajeros y choferes?
Manos a la obra
La Legislatura provincial recobra actividad esta semana. Los senadores tienen en agenda dos temas bien picantes: la creación del impuesto verde y la autorización para cobrar una sobretasa por cada litro de combustible para financiar la reparación de la deteriorada red vial de la provincia. Ambos proyectos interesan especialmente al Ejecutivo.
A su vez, la Cámara de Diputados tiene trabada la autorización de créditos para construir cárceles, acueductos y un extenso listado de obras por un total de 2 mil millones de pesos. En las últimas horas el ministro de Gobierno Rubén Galassi metió presión con el tema: “Nosotros vamos a insistir con el endeudamiento: no nos preocupan las obras para los departamentos que los senadores agregaron a las que había pedido el Ejecutivo porque benefician a la provincia. Y si hay diputados dispuestos a demorar la sanción allá ellos, van a tener que explicar por qué no quieren que se hagan las cárceles y los grandes acueductos”.
Dinero chino en Santa Fe
Los convenios que firmaron la presidenta de la Nación y el mandatario de China Xi Jinping tienen enorme trascendencia para el país y también para Santa Fe.
El crédito swap por el equivalente a 11 mil millones de dólares para fortalecer la espalda financiera en un momento en que Argentina enfrenta dificultades, repite la experiencia de 2009 y alivia la coyuntura.
Distinto es el caso de los demás convenios en los que China habilita inversiones multimillonarias en materia de energía hidroeléctrica, nuclear, ganadería, agricultura y ferrocarriles. Sobre este último punto Santa Fe se verá beneficiada por ser la provincia que tiene la mayor porción de los 1.500 kilómetros de vías del Ferrocarril Belgrano. Una empresa china aportará un crédito de 2.100 millones de dólares, que se suman a los 370 millones dispuestos por la Nación para la renovación total de las vías. El sueño de reconvertir el transporte de cargas y recuperar trenes parece acercarse.
A futuro, el dinero y el desarrollo tecnológico y estratégico chino podrían derramar más sobre Santa Fe. El viernes un funcionario de la Casa Gris recordaba que hace unos años, cuando se habló de la primera oleada de inversiones del gigante en el país que después se desinflaron, se había empezado a hablar con la Nación de ofrecer el proyecto del tren metropolitano del Gran Rosario. El tiempo dirá si lo que se formalizó en la Casa Rosada se consolida en dinero constante y sonante o de nuevo queda en papeles con buenas intenciones.
El modelo de expansión chino
Hay toda una corriente internacional que desde hace unos años está debatiendo sobre las características del expansionismo económico chino en el continente africano, en Sudamérica y otros rincones del planeta donde abundan las materias primas.
Hay quienes ven en China un aliado que ofrece enormes oportunidades. Otros advierten que su modelo de expansión es una reproducción del colonialismo británico del siglo XIX aggiornado a las necesidades del capitalismo de Estado chino, responsable de garantizar alimento y ascenso social a 1.400 millones de seres humanos.
Según esta visión China acepta financiar infraestructura y se embarga en emprendimientos mineros y energéticos en países como Argentina para garantizarse la extracción y el transporte de materias primas de forma rápida y a bajo costo hasta los puertos, sin agregado de valor, y su posterior traslado para ser procesado por su industria manufacturera.
Sería, según está visión, una vuelta de tuerca sobre el modelo extractivo británico en países africanos, del sudeste asiático o América latina o los belgas en el Congo.
