Seguramente Bianca, de 13 años, nunca imaginó que lo que pareció una inocente invitación a la casa de una vecina de su misma edad la noche del sábado 21 de mayo pasado, la llevaría a ser el blanco de una feroz paliza por parte de tres chicos de entre 11 y 13 años. Según contó a El Ciudadano Valeria Novelle, mamá de la menor agredida, debido a la magnitud del ataque la nena tuvo que ser internarla en la unidad de terapia intensiva del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, con contusiones severas en todo el cuerpo y una sobreinfección en uno de sus miembros, por la que debieron operarla. Desde la dirección del centro de salud indicaron que la pequeña ingresó “con un estado crítico pero que tras la intervención quirúrgica el pronóstico de la pequeña es favorable”.
Con las palabras entrecortadas por el llanto, Valeria reconstruyó ayer los episodios que derivaron en la internación de su hija en la sala de cuidados intensivos. Así, contó que ese sábado a la noche Bianca estaba en su casa de Granadero Baigorria preparándose algo en la cocina y un vecino de 11 años la fue a buscar y le dijo que su hermana (de 13) la esperaba en su casa porque estaba llorando y necesitaba hablarle. Siempre de acuerdo al relato de la mamá, la niña fue a lo de sus vecinos y la hicieron entrar a una habitación que estaba a oscuras.
“Ahí Bianca se quiso escapar, pero el hermanito de la chica que supuestamente quería hablarle trabó la puerta de calle y quedó atrapada en la cocina en donde la empujaron, la hicieron caer al piso y empezaron a pegarle trompadas en la cabeza y patadas en el cuerpo, mientras uno de los chicos la tenía del pelo para que no se pudiera mover”, relató Valeria. La mujer refirió, además, que su hija tiene una discapacidad en uno de sus pies, por lo que no pudo levantarse y la siguieron atacando.
El sábado que Bianca se fue a la casa de su vecina, había pasado media hora y, como no volvía, su mamá se empezó a preocupar. “Salí a buscarla y cuando estaba bajando las escaleras de casa la veo que llega a la puerta, ella estaba gritando y llorando. Yo no entendía nada. Se le pusieron los ojos en blanco y se desmayó”, recordó la mujer.
“La bañé y la llevé al hospital en donde la atendieron en la guardia, le hicieron radiografías pero me dijeron que los dolores que tenía eran musculares”, dijo Valeria.
Sin embargo, la mujer debió llevar a su hija todos los días al hospital porque la salud de Bianca empeoraba. El 26 de mayo los médicos descubrieron que a la pequeña se le había sobreinfectado un hematoma severo en uno de sus brazos, el cual le generó una septicemia y quedó internada en la UTI, en estado crítico.
Valeria contó también que efectuó la denuncia en la comisaría 24ª, desde donde le indicaron que tenía que llevar a Bianca a la Jefatura de Policía, de Ovidio Lagos al 5200, para que la viera el médico forense. “Sin saber que estaba grave, con la infección, tuvimos que cruzar toda la ciudad, con frío y en colectivo, y eso seguramente empeoró su salud”, dijo.
“Ahora sólo le pido a Dios que salga de esto y que se haga Justicia para que estos chicos no le hagan más daño a nadie. Yo lo único que sé es que mi hija era una nena feliz y ellos me la arruinaron”, sostuvo Valeria en medio del llanto.
Por su pare Ariel Goznález, director del hospital Eva Perón de Granadero Baigorria, señaló a este medio que después de someterse a la cirugía en el brazo, para que drene la sangre acumulada, el pronóstico de la adolescente es favorable.
“Está en terapia intensiva para una mejor atención pero evoluciona bien”, aseguró González, quien además sostuvo que las contusiones y hematomas que presenta la nena en el cuerpo son consistentes con una golpiza.
“Realmente Bianca tuvo mala suerte porque se le sobreinfectó la herida en el brazo y a raíz de eso se le complicó su estado de salud”, agregó el profesional.
Finalmente, el director del hospital explicó que a medida que la salud de la adolescente va mejorando, recibe la atención del equipo de Trabajo Social y Psicología para así ayudar a ella y a su familia en el abordaje de la situación por la que están atravesando.