Ignacio Benjamín tiene 12 años. En la tarde de este viernes salió de su casa en barrio Fontanarrosa para jugar en la vereda y terminó con un disparo en la pierna que, de acuerdo al relato de su padre, se hizo él mismo manipulando un revólver. Cuando la Policía llegó hasta el lugar, en el extremo norte de Rosario, el hombre le mostró a los agentes varias armas que guardaba en la vivienda. Además de la que, dijo intervino en el incidente, una pistola, una escopeta y un rifle de aire comprimido junto a varios cartuchos.
El hecho fue alrededor de las 17.45 de este viernes en la cuadra de calle 1323 al 4700, en el barrio antes conocido como Zona Cero. El pequeño fue trasladado hasta el hospital Eva Perón de Granadero Baigorria por sus progenitores: el padre, de 47 años, y la madre, de 41.
En el centro de salud le diagnosticaron al menor una herida de arma de fuego con orificio de entrada pero no de salida en la pierna derecha, con posible fractura. El padre dijo allí, y repitió en su casa a personal policial, que creía que Ignacio estaba jugando con una de sus armas cuando se disparó accidentalmente.
El progenitor permitió la entrada de los uniformados a su domicilio y allí le mostró los pertrechos: el revólver calibre 22 supuestamente involucrado en el incidente, una pistola marca Taurus 9 milímetros, una escopeta calibre 12/60 y un rifle de aire comprimido calibre 5.5. También, municiones de calibres 22 y 9 milímetros.
La investigación del suceso quedó a cargo del fiscal Fernando Sosa.