Se termina el año, y la dirigencia de Rosario Central no consiguió extender los contratos de tres de los cinco jugadores cuyos vínculos caducan a mediados de 2016. Los casos acordados son los de Víctor Salazar y Pablo Becker. Mientras que, los que faltan resolver, involucran a Manuel García, Nery Domínguez y Franco Niell. Pero el centro de la atención del ‘mundo’ Canalla está en Nery, considerado entre los jugadores base del equipo por Eduardo Coudet. Es que, de no mediar imponderables, el volante firmará en los próximos días con Querétaro de México. Sólo resta saber si partirá ahora, con resarcimiento económico a favor de los auriazules; o si lo hará después del próximo 30 de junio, como jugador libre.
A esta altura de los acontecimientos, poco importa saber quién tiene la razón en este conflicto que se generó entre la directiva auriazul y los representantes de Domínguez.
Nery está a punto de emigrar, o de ser “colgado” por no extender su contrato. Y, en cualquiera de las dos situaciones, el que pierde es Central, ya que el Chacho no podrá contar con el mediocampista para afrontar el cargado semestre que se avecina. Y, además, el DT estará prácticamente obligado a buscar un refuerzo en una posición que tenía más que cubierta con la presencia de Domínguez.
La dirigencia Canalla asegura que las negociaciones por la extensión del contrato de Nery comenzaron hace ya un buen tiempo. Sin embargo, los representantes de Domínguez, afirman lo contrario. El dato concreto que existe es que los números del nuevo contrato de Nery se empezaron a discutir recién en los primeros días de diciembre. Es que, en ese momento, la directiva auriazul reconoció una deuda que existía con el volante, y la documentó. Antes de eso, no hubo chance de charlar por la extensión del vínculo, ya que los representantes de Domínguez exigían el pago de lo adeudado como condición indispensable para luego avanzar en la negociación por el nuevo contrato.
¿Se empezó a charlar tarde por la extensión del contrato de Domínguez? Evidentemente, sí. Ya sea por falta de experiencia, por exceso de confianza, o por cualquier otro motivo, los directivos auriazules dejaron correr demasiada agua bajo el puente. No hay dudas de que esta discusión entre las partes hubiera sido muy distinta en junio pasado, con un año de vínculo por cumplir para Nery. Hoy, los representantes del volante miran de reojo el almanaque, y negocian con el tiempo a su favor.
De poco sirvió la amenaza dirigencial de “colgar” a Domínguez si no extiende el vínculo.
Medida que no fue anunciada para otros casos similares al de Nery, como lo son los del arquero García y el delantero Niell. La sensación es que, “el aviso” de la directiva, sólo sirvió para acelerar el desgaste de la relación entre las partes. Y no para torcer el rumbo de una negociación que, a partir del resultado, puede apuntarse que comenzó demasiado tarde.
Ni héroes, ni villanos (Por Guillermo Ferretti)
La salida de Nery Domínguez de Central parece cosa juzgada. Es cuestión de tiempo y de forma, nada más. Y seguramente servirá de antecedente para entender que este tipo de situaciones deben evitarse. Que no le hace bien a nadie, ni a los directivos, ni al jugador…
En redes sociales, generalmente desde el anonimato, condenan a Nery por su decisión. Y las críticas parten desde la lógica futbolera. La que no entiende de otra razón que el amor por la camiseta. Algo que ya se perdió hace tiempo.
El jugador, como cualquier profesional, piensa en su futuro y el de su familia. Hoy, Domínguez está a punto de aceptar una propuesta económica superior a la que puede recibir de parte del Canalla. Además, en este caso, lo hace tratando de que Central reciba algo de dinero a cambio de su partida. Y no como sucedió con otros futbolistas, que dejaron Arroyito con el pase en su poder, sin dejar nada al club.
La historia de Nery en Central no tendrá el final deseado. Pero no hay que buscar ni héroes, ni villanos. Se cometieron errores a la hora de negociar el nuevo contrato del volante. Que sirva de experiencia.
Pedirían un millón de dólares de resarcimiento
Los directivos auriazules quedaron en contactarse por estas horas con Gerardo Gironelli, representante de Nery Domínguez. ¿El motivo? Hacerle conocer el monto que pretenden a modo de resarcimiento económico para que el volante pueda emigrar ahora a México.
Pero, consultado al cierre de esta edición por El Hincha, Gironelli aseguró que todavía no lo llamaron.
Cuando comenzaron a charlar entre las partes sobre este tema, la dirigencia del Canalla pretendía un millón y medio de dólares para no poner trabas en cuanto a la salida de Nery.
Pero la cifra fue rechazada por quienes defienden los intereses del volante.
Ahora, el nuevo número rondaría el millón de dólares limpio para Central. Y los mexicanos de Querétaro estarían dispuestos a poner sobre la mesa algo menos para llevarse a Domínguez ahora mismo.
En principio, la reunión entre Gironelli y emisarios de Querétaro, se daría este lunes. Y, si no surge ningún imprevisto, la operación de transferencia de Domínguez al club mexicano, quedaría sellada durante la semana.
Un antecedente muy cercano
La situación que hoy vive Nery Domínguez tiene un antecedente cercano en Central. Es el caso de Nahuel Valentini, en la temporada 2011-2012. Y en aquella oportunidad, tampoco se llegó a buen puerto. Aunque el defensor fue utilizado por Juan Pizzi, técnico por aquel entonces, hasta quedar libre luego.
A fines de 2011, Valentini negociaba su extensión de contrato con finalización de vínculo a mediados de 2012. Pero la directiva comandada por Norberto Speciale no logró el objetivo. Y el defensor auriazul emigró seis meses más tarde con el pase en su poder.
Firmó para Livorno, de la primera división de Italia, y Central no recibió dinero alguno por su salida.