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Néstor Zapata: “El arte es la única forma que tengo de plantarme frente a esta decadencia brutal”

El creador, que con su histórico grupo Arteón va camino a cumplir 60 años, estrena este sábado, al frente de un gran equipo artístico, “Blanca en Alfonsina”, otro de sus viajes oníricos y ensoñados entre pasado y presente

Con casi seis décadas de historia, el emblemático grupo Artéon, que lleva adelante el maestro Néstor Zapata, uno de los padres de la comarca teatral y cinematográfica rosarina de proyección nacional e internacional, sigue produciendo a la espera de que el Estado, en sus diferentes niveles, garantice que la histórica propiedad de Sarmiento 778 no será demolida.  Así, entre el cine, el teatro, la docencia y la resistencia, apareció en el imaginario del talentoso creador una historia que se teja desde las madejas de otras historias donde no pueden faltar la profundidad poética, el sentido político y una resonancia en el presente, algunas de las marcas indelebles en la producción del grupo.

Blanca en Alfonsina, que lleva como subtítulo “Tiempo de regreso”, un material que pareciera jugar en la intersección del icónico poema “Tú me quieres blanca”, de Alfonsina Storni, con lo que esa poeta representa hoy para el imaginario feminista, es el nombre de la nueva producción teatral de Arteón que se conocerá este sábado, a las 21, en su histórico espacio.

El dramaturgo, director y docente Néstor Zapata.

Escribe Zapata: “Esta es la historia de nuestra Blanca, la costurera del barrio, que hace tiempo espera que alguien la comprenda, la valore, la acompañe. Y de Alfonsina, regresando desde un tiempo lejano, tal vez porque la estábamos necesitando demasiado. Creímos necesario partir de lo mejor de nosotros mismos para poder reencontrarnos con los sentimientos más entrañables. Recuperar, de algún modo, las esperanzas y los sueños postergados y que nuestras Blancas y nuestras Alfonsinas puedan, por fin, «cantar su canto», construir su esperanza, vivir por siempre su «tiempo de regreso»”.

“Nos debíamos unas palabras, unos momentos donde las sensaciones estén a flor de piel, donde la poesía se confunda con lo cotidiano; la realidad con la imaginación”, escribió el gran creador acerca de esta propuesta que cuenta con las actuaciones de Adriana Frodella  como  Alfonsina y Bárbara Zapata  como  Blanca, al frente de un elenco que completan Matías Tamburri  como  El Oscuro, Santiago Pereiro  como  Horacio y Fernando Galassi  como Fernando. Con vestuario y caracterización de Ramiro Sorrequieta, la pieza cuenta además con música original de Matías Tamburri, luminotecnia de Julián López, sonido y efectos de Maripí Paredes, asistencia de dirección y edición de imágenes de Miler Blasco, dirección de administración de Quicho Fenizi, mobiliario y utilería de Griselda De Lorenzi, prensa de Nelson Reche, diseño gráfico de Fernando Galassi, sistemas lumínicos de Sertec-Federico Zapata, fotografías de Mario Gómez, locuciones de Julio César Orselli y Juan Herrera, asistencia de sonido de Andrés Martorell, estudio de grabación de Daniel Guglielmi, y asistencia técnica de Cristian Osés, Marcelo Romero, Martín Frutos y Matías Laino.

Una vieja  historia

“Como en todas mis obras, todas las historias y los personajes viven dentro de mí, y desde hace tiempo dan vueltas y vueltas y siempre hay algunos que quieren salir, otros que se  imponen, otros que se recomponen y se reeditan, y vuelven y dan vueltas y más vueltas hasta que hay que dejarlos salir de una buena vez; esto es así”, dijo Zapata acerca de su proceso creativo.

“La historia de esta obra es vieja, viejísima en mí, me ronda desde hace mucho tiempo. En principio, apareció en uno de los monólogos que escribí para el ciclo La cocina de los dramaturgos hace muchos años, que lo interpretaba Sarah Lindberg (recordada actriz y su compañera de vida), se llamaba @blanca.com y era la historia de una madre que se quedaba sola porque su hijo, por lo que generó en su momento el «corralito», se iba a vivir a España. De ese modo, esta mujer comenzaba a transitar su soledad con el deseo de querer escribir y hacer lo que siempre había soñado de joven y nunca había podido concretar porque era una humilde costurera de barrio. Esa es Blanca, la misma Blanca de ahora, una humilde costurera del barrio que yo conocí en aquellas épocas cuando era niño y que de este modo está de regreso”, contó el creador a modo de presentación del material original que derivó en este texto teatral.

“Blanca quiere escribir pero, al mismo tiempo, requiere a su admirada poetiza, de la única y la más grande, de la que ella memoriza sus poemas al mismo tiempo que sueña con haberla conocido y con algún día poder escribir al menos a una línea parecida a lo que escribía Alfonsina Storni, hasta que una noche, una madrugada en la que ella se queda cosiendo sus vestidos y sus cosas, la sorprende una visita que es nada más y nada menos que Alfonsina”, sumó Zapata acerca de su vasto universo poético y onírico en el que pueden convivir la realidad con la fantasía e incluso hasta cierto realismo mágico.

Personajes sin tiempo

“Así imagino esta historia: los personajes no tienen época; Alfonsina falleció en el 38 y la historia de Blanca es del 2001. Yo soy un convencido que la poética teatral ha superado el tema de los tiempos y de lo histórico; no creo que sea necesario ser fiel a las épocas  y puede haber un encuentro entre una mujer de finales de los años 30 y una mujer de principio del 2000. La respuesta es que estas mujeres tienen sueños parecidos, hay paralelismos entre ellas, porque las dos son madres solteras, las dos sueñan con un mundo distinto y mejor, y al mismo tiempo las dos, de alguna manera, se necesitan. Esto es lo que yo quiero que quede claro: Blanca y Alfonsina se necesitan”, destacó el autor de Bienvenido León de Francia!.

Y profundizó: “Blanca es una mujer humilde que necesita de Alfonsina, de su poética y de su ejemplo, también de su imaginario, su poesía y sus luchas. Pero Alfonsina también necesita que las mujeres como Blanca la requieran, la tengan presente. Ella necesita que en esta época la volvamos a repensar y a recorrer porque se ha perdido mucho, se ha perdido la poesía y la pasión, se ha perdido el compromiso, una idea de lo que supone compartir tiempo y espacio, lugares, amistades, experiencias y esto Alfonsina lo defendió a muerte”.

Respecto de cómo armó el elenco de esta obra que mezcla actores y actrices de distintas generaciones y formaciones, Zapata expresó: “Me cuesta escribir una obra si no pienso en los actores, yo escribo pensando en quiénes serán los actores y actrices que darán vida a esos personajes, ya después se da o no se da, aunque por suerte esta vez se dio y están todos los que imaginé.

“A ambas mujeres las acompañan personajes masculinos que de alguna manera tratan de darle vida a esta historia. Para empezar, el hijo de Blanca en España, Fernando, que le dice a la madre que la poesía «ya fue», que se deje de macanas, que es cosa de las abuelas, que nada tiene que ver con el presente. Pero Blanca defiende su deseo, se pregunta por qué no, por qué ella no, por qué no puede escribir. «Voy a hacer de acá en adelante lo que tenga ganas de hacer, ya trabajé, ya hice muchas cosas por la dignidad de la familia», dice Blanca que de algún modo es una mujer que resuelve acariciar su alma. Y por otro lado, el personaje de Horacio que es una reminiscencia de Horacio Quiroga, pero no históricamente, ni pensando en el autor, sino sólo tomando aspectos de su personalidad como su pasión, su profundo y desesperado amor y su relación con Alfonsina. Fui tomando esas cosas, son pinceladas de él, que me sirven para disparar momentos de la obra. Y lo mismo pasa con El Oscuro, este personaje que es el más oculto, el más secreto, el que en un momento no tuvo la valentía de afrontar el amor, no tuvo la valentía de afrontar lo que la vida le ponía enfrente y ahora que pasaron los años se arrepiente, pero ya es muy tarde, entonces reconoce su cobardía. Y así habla y dice que «los cobardes del mundo jamás deberían ser perdonados» y lo está diciendo por él mismo. El Oscuro se relaciona con Blanca porque algo tuvo que ver en su vida, pero también se relaciona con Alfonsina en algunos de los diálogos, donde nuevamente las épocas se cruzan y el tiempo ya no existe”, profundizó Zapata.

Respecto de la resonancia de su poética en el presente, el creador planteó: “Estas dos mujeres  ilustran mi trabajo, mi obra, son referencias, pero lo que busco es poner en evidencia esta amenaza actual y vigente de opacar, de ocultar los valores que hacen al sentido de la vida y de la identidad, como son la imaginación, la libre creación, la comunicación sensible entre los hombres y mujeres y después todas las formas de los sueños y de la ilusión. Lo que busco dejar plasmado con esta historia es la necesidad permanente de un mundo mejor, menos violento y más solidario, más nuestro. Intento una resistencia frente a las amenazas, a esta idea de ocultamiento que estamos viviendo y lo hago de este modo porque no tengo otra manera. Resistir, para mí es escribir mis obras y dirigirlas y hacer cine y teatro. El arte es la única forma que tengo de plantarme frente a esta decadencia brutal; el arte nos dignifica como seres humanos, nos da la calidad de ser únicos y distintos”

Y finalizó: “En realidad es lo que siempre intenté hacer con mis obras; con estos ejemplos que en definitiva son los personajes tomados de un imaginario absolutamente libre, porque es Alfonsina pero no necesariamente es Alfonsina Storni. Eso es lo que nos permite el teatro, evocar, pensar, traer al presente. Y como en todas mis obras hay una fuerte presencia de la imagen, hay proyecciones, música original, un tratamiento lumínico que es absolutamente dramático y cinematográfica. También un vestuario maravilloso donde todo está puesto al servicio de la acción dramática. Y hago esta obra como resistencia pero también porque hay generaciones de jóvenes que rechazan lo más valioso, lo más rico, lo más hermoso de nuestra experiencia que es la imaginación, la poesía y el teatro que todavía se reserva el lugar de ser libre en ese sentido, el teatro se permite jugar”.

Para agendar

Con dramaturgia y dirección general de Néstor Zapata, Blanca en Alfonsina, la nueva producción teatral de Arteón, se conocerá este sábado, a las 21, en su sala de Sarmiento al 778, donde seguirá en cartel los sábados de octubre y noviembre. Anticipadas en la boletería de la sala en horarios habituales o bien a través del 341-6904166.

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