Entre las novedades con las que Netflix sorprendió a sus suscriptores de esta parte del mundo, en las últimas horas aparece un film atrapante que de inmediato llamó la atención de las y los suscriptores y que en breve seguramente estará entre las propuestas preferidas del catálogo.
Se trata de Llamas de venganza (Firestarter) de 2022, protagonizada por Zac Efron, una nueva adaptación de la novela del padre del terror, Stephen King.
La trama de Llamas de venganza se centra en la historia de una familia que huye constantemente para evitar que el gobierno capture a su hija, Charlie.
La niña posee poderes piroquinéticos, es decir, tiene la capacidad de controlar el fuego con su mente. Su padre, Andy, también tiene habilidades psíquicas, y juntos deben encontrar un lugar seguro para vivir y protegerse, sobre todo a Charlie, de aquellos que quieren explotar sus poderes con fines delictivos.
El film cuenta con el trabajo protagónico de Zac Efron como Andy McGee, el padre de Charlie, que también posee habilidades psíquicas y lucha por proteger a su familia, a quien acompaña Ryan Kiera Armstrong como Charlie McGee, la niña con poderes piroquinéticos que es perseguida por el gobierno. Por su parte, Sydney Lemmon da vida a Vicky McGee, la madre de Charlie, que también tiene poderes psíquicos y ayuda a su familia a escapar.
El elenco protagónico se completa con Michael Greyeyes como John Rainbird, un agente del gobierno obsesionado con capturar a Charlie y utilizar sus poderes para sus propios fines.
En ciernes, la película ofrece una nueva mirada a un clásico del género. Esta adaptación actualiza la historia original de Stephen King, ofreciendo una visión más moderna y al mismo tiempo más oscura de los personajes y sus poderes.
Respecto de lo formal, la película ofrece efectos visuales de alto impacto que dan vida a los poderes de Charlie de una manera impresionante, y que generan una atención especial a partir de una historia bien contada, emocionante y llena de acción, con personajes complejos y una trama que mantiene a las y los espectadores al borde de su asiento.
