Tan poco necesitó Quilmes para vulnerar a este desconcertado Newell’s. Un resultado que dejó en evidencia quién es el peor equipo del torneo: Newell’s. Hasta acá parece haber llegado el interinato de Johansen. Por delante, mucho trabajo tendrá el próximo DT (todo encaminado con Torrente) para enderezar este barco a la deriva que se ha convertido Newell’s.
El partido mostró la realidad de ambos equipos. Errores e imprecisiones por doquier. Quilmes dispuso seis córners en cinco minutos y no hizo más que apuntarle a la cabeza de Schiavi. De a poco Newell’s fue saliendo del encierro. Con las salidas de Bernardi y las corridas de Salvatierra.
La defensa de Quilmes también mostró falencias. De un centro de Sperduti se originó la primera llegada de Newell’s, con un remate del debutante Benítez, a las manos del arquero.
Newell’s empezó a exhibir problemas en pelotas detenidas. Romeo lo aprovechó con un cabezazo para abrir la cuenta. La enésima desventaja en un primer tiempo no desanimó a Newell’s. Se apuró Salvatierra en una definición. Y al rato golazo de Sperduti, con un zurdazo tras centro de Bieler.
Siguió pasándola mal Newell’s en el juego aéreo. Como en aquel cabezazo de Caneo apenas desviado. También intervino Peratta, en sendos intentos desde media distancia del propio Caneo y Garnier. Por la vía del contragolpe, pudo haberse ido el equipo de Johansen en ventaja al entretiempo, cuando Kichu Díaz quedó mano a mano y Galíndez salió rápido del área.
Dos llegadas en el comienzo del segundo tiempo. Peratta manoteó un derechazo de Leyes. Y en la réplica, Salvatierra definió de zurda, por arriba del travesaño. En Newell’s, el único que podía producir algo distinto era el Gordo Sperduti, incontenible para defensores y volantes cerveceros.
Quilmes tenía un poco más la pelota cuando se encontró con otra ventaja: asistencia de Romeo y remate cruzado del ingresado Cauteruccio. Otra vez a remar desde atrás. Intentó Schiavi con un cabezazo sin dirección. Se desdibujó Newell’s. Aún antes de los ingresos de Dolci y Camacho. Dilapidó el tercero Cauteruccio. Y Camacho erró un gol increíble, con Galíndez. Del posible empate leproso, a historia liquidada. Romeo, tras exigir a Peratta, capturó el rebote. Urgente se necesita DT.