Newell’s es más puntero que nunca. Con una forma de juego que excede a los intérpretes de turno. Con una actitud ganadora que revalida ante cualquier rival y por cualquiera de las competencias que afronta. Con un convencimiento y una confianza que enamora. Con una soberbia futbolera por saberse superior que invita al hincha a ilusionarse.
Ayer goleó 4-0 a un Boca alternativo y le sacó tres puntos a River y cuatro a Lanús en la lucha por el Torneo Final con cuatro partidos por delante. Y con la revancha ante Boca en el horizonte por el pasaje a las semifinales de la Copa Libertadores.
Al ritmo de Bernardi, Cruzado y Figueroa, la Lepra apretó a Boca y lo puso contra las cuerdas. A Martín Tonso se le fue larga la primera, Cruzado metió un zurdazo desde lejos que contuvo el arquero después y en la tercera aproximación el peruano fue derribado en el área por Sebastián D’Angelo y cambió penal por gol a los seis minutos de juego. Un arranque a pedir de Newell’s.
El dominio se extendió hasta los 20 minutos, en el que pudo aumentar con un derechazo de un activo Figueroa que D’Angelo mandó al córner y otra chance que tuvo Maxi Urruti. Boca mostró algo de peligro con el juego áereo (dos cabezazos de Guillermo Burdisso; volea y chilena de Lucas Viatri) y con algo de enjundia quiso emparejar las cosas.
Pero no le alcanzó porque, pese a que Cruzado tuvo que salir por lesión, Diego Mateo le dio mayor equilibrio al mediocampo y Bernardi sólo se dedicó a jugar.
La roja sobre el final del primer tiempo a Lisandro Magallán profundizó las diferencias en el complemento. Newell’s ensanchó la cancha, Bernardi y Figueroa potenciaron la sociedad que generaron, mejoró Horacio Orzán. Y entraron todas en cinco minutos para armar una fiesta completa: Orzán desde lejos con colaboración de D’Angelo, Tonso de zurda tras una buena maniobra colectiva y Urruti en el área para el 4-0 definitivo.
El aplauso sostenido en el final del partido no fue un simple reconocimiento a la goleada de anoche. También es un agradecimiento del hincha por la propuesta, por la convicción, por el protagonismo. Y porque este equipo le permite soñar en grande.