En el último tiempo hubo críticas hacia el trabajo de inferiores en Newell’s porque algunos interpretaron que la ausencia de jugadores de la cantera en el plantel profesional obedecía a la falta de jerarquía de los mismos para llegar a primera. Lucas Bernardi rompió con ese falsa creencia al incluir a muchos juveniles que están demostrando estar a la altura de las circunstancias, lo que no hace más que dejar en evidencia que si no llegaron futbolistas desde abajo en los anteriores procesos fue por las decisiones de los entrenadores de turno y por la mala política en materia de refuerzos, con la llegada al club de jugadores que “taparon” a los pibes.
Cuando en Argentina se habla de proyectos, pocas veces se acompaña eso con decisiones acorde. Desde siempre, Newell’s ha sido un club formador de jugadores. Y sólo basta con repasar los grandes nombres que aportó al fútbol mundial.
Desde 2009, con la asunción de Guillermo Lorente en su primer mandato, la Lepra intentó recuperar el prestigio, la credibilidad y la competitividad de sus inferiores con Jorge Theiler a la cabeza, quien fue reemplazado por Carlos Picerni en enero de este año. Y siempre se ponderó el trabajo de ambos y de todo el cuerpo de trabajo del semillero rojinegro, reflejado en los resultados, la forma de juego y la calidad de los futbolistas juveniles.
Sin embargo, ese proyecto pareció detenerse en el último tiempo. En realidad, no se aprovechó la era post Martino para insertar en el plano superior a más jugadores formados en las inferiores leprosas.
El equipo tenía, a mediados de 2013, una estabilidad deportiva y una tranquilidad en cuanto a los promedios que permitía la inserción de algunos valores juveniles en el primer equipo para que pudieran hacer sus primeras armas rodeados de futbolistas de experiencia y jerarquía como Gabriel Heinze, Diego Mateo, Lucas Bernardi, Maxi Rodríguez e Ignacio Scocco, entre otros.
Pero los entrenadores que sucedieron al Tata no incluyeron a los juveniles en sus procesos y cuando lo hicieron fue una cuestión decididamente esporádica. Lo llamativo es que Alfredo Berti y Gustavo Raggio venían, precisamente, de la cantera leprosa.
Por ejemplo, Berti apenas hizo debutar a dos juveniles en toda su gestión como entrenador leproso: Ezequiel Ponce jugó ante Quilmes en el Inicial 2013 con apenas 16 años pero con muy buenos antecedentes en inferiores y Leandro Figueroa sumó sus primeros minutos a comienzos de 2014.
A mediados del año pasado asumió Raggio, quien de arranque puso en cancha a Mauricio Tevez para el estreno en La Bombonera. Y hubo otros cuatro jugadores que debutaron en primera con Raggio: Lucas Hoyos lo hizo ante Talleres por la Copa Argentina y luego atajó con Defensa y Justicia; Iván Silva y Facundo Bustamante aparecieron en primera después de la derrota en clásico en Arroyito; y Francisco Fydrizsewski tuvo algo más de acción con siete partidos en todo el torneo.
No se esperaba que Américo Gallego les diera demasiada participación a los jugadores de abajo. De hecho, en su mandato sólo debutó Joaquín Torres y apenas jugó algunos minutos ante Belgrano en Córdoba, pero no volvió a ser considerado.
Entonces se fue el Tolo y la cosa empezó a cambiar. Carlos Picerni mandó a la cancha a Franco Escobar (20 años) y Gabriel Báez (20) ante Boca en La Bombonera, y Lucas Bernardi ya hizo debutar a tres juveniles en once encuentros: Daniel Mancini (18) y Denis Rodríguez (19) lo hicieron frente a Racing y Ezequiel Unsain (20) se adueñó del arco contra Temperley. Y ahora tienen la oportunidad de demostrar si están o no preparados para ser el recambio que necesita el primer equipo. Algo que sólo se sabrá si tienen continuidad y confianza, como viene sucediendo.
En reserva se foguea el próximo recambio
Lucas Bernardi adelantó en la conferencia de prensa del viernes que, ante las bajas de varios jugadores por suspensión y lesiones (Víctor López, Hernán Villalba, Hernán Bernardello, Federico Fattori, Ignacio Scocco y Víctor Figueroa), iba a citar a algunos futbolistas de reserva para que completen la delegación leprosa e integren el banco de suplentes ante Estudiantes. Y si bien no dio nombres propios (serían Franco Pérez y Braian Rivero), es cierto que hay una segunda línea de recambio que hoy juega con continuidad en reserva y que espera la chance para meterse en el primer equipo.
Por ejemplo, Nicolás Temperini (20 años) fue suplente en el último clásico ante Central y contra San Martín de San Juan por las lesiones de Luciano Pocrnjic y Oscar Ustari. Detrás suyo aparece Leonel Polenta (21), con quien alternan en el arco de reserva.
A la hora de pensar en defensores que asomen como próximo recambio aparecen Maximiliano Pollacchi, un marcador central que con apenas 20 años ya tiene más de 80 partidos en reserva. Y que hoy conforma la dupla central con Lisandro Martínez, de 17 años y oriundo de Gualeguay, Entre Ríos. Y otro que viene teniendo rodaje en reserva es Leonel Ferroni, lateral izquierdo de 19 años que hizo buena parte de la última pretemporada con el plantel profesional.
Entre los mediocampistas asoman Jalil Elías (19 años), volante derecho que también actúa como lateral por ese sector. Iván Silva (21) recuperó terreno después de haber llegado a primera con Gustavo Raggio y volver a trabajar con reserva y hoy es titular en el equipo que dirige Juan Pablo Vojvoda. Mientras que Braian Rivero (19), Yoel Arriola (19) y Emiliano Franco (20) han sumando muchos minutos en este último tiempo. Y como atacantes están Héctor Fértoli (20), quien ya marcó seis tantos en el torneo; Franco Pérez (19), un centrodelantero con pasado en las selecciones juveniles; y Joaquín Torres (18), un talentoso zurdo neuquino. También alternan Matías Tissera (19), Esteban Radice (18) e Ignacio Huguenet (17).