Desde hace un tiempo en el Parque los resultados deportivos no son los esperados, y a la hora de buscar culpables la lista es grande: una mala elección de la dirigencia al buscar los entrenadores, fallas a la hora de traer los refuerzos, errores de los técnicos a la hora de afrontar los partidos, futbolistas que no juegan en el nivel esperado o sin motivaciones, mala preparación desde lo físico y hasta problemas con lesionados que incluso llevaron a rescindir el contrato con el cuerpo médico del COT.
Pero hay otro motivo que todos reconocen en lo bajo y pocos admiten en voz alta: la par-te anímica y emocional. Tras el exitoso ciclo a cargo de Gerardo Martino no fue fácil sobrellevar esa carga para el plantel, que casi con los mismos futbolistas cayó en un pozo que parece no tener fin. Y sin dudas esa carga emocional se trasluce puntualmente en un partido muy especial: el Clásico. No hay dudas que las derrotas consecutivas ante Central fueron una mochila demasiado pesada para la Lepra, que a veces, de manera inexplicable, no pudo sobrellevar con éxito un partido donde incluso en ocasiones lo tenía como candidato para quedarse con la victoria.
Esa situación llevó al club a analizar la llegada de un psicólogo que trabajara a diario con el plantel, no sólo un profesional que tuviera charlas individuales ante problemas personales puntuales, sino más bien alguien que entendiera al grupo como tal y buscara poten-ciarlo desde un aspecto que muchas veces no se trabaja, pero es tan importante como lo táctico o lo físico.
El elegido para la misión es el licenciado Andrés Dal Lago, que desde hace unas semanas fue designado como coach deportivo dentro del departamento fútbol con un objetivo claro: “Potenciar a los futbolistas en el aspecto emocional”.
Dal Lago se sumó en la mitad de la pretemporada en Mar del Plata para comenzar a conocer al grupo y de alguna manera iniciar su trabajo en la previa a un torneo donde la Lepra llega con mucha carga emocional, con Lucas Bernardi condicionado por los resultados y con el Clásico en la segunda fecha como una prueba de fuego.
“Se trabaja en lo nutricional, en lo táctico, en las virtudes de los futbolistas, pero también hay otra cuestión en la que cada vez se está enfocando más energía en los grupos y es la parte emocional”, señala el licenciado Dal Lago.
Y agrega: “Esa variable invisible en el trabajo pero muy visible en el desempeño del equipo es en la que deberé enfocarme y perfeccionar”.
Hasta hace poco la Lepra trabajaba con un psicólogo, Sebastián Palomeque, pero enfocado en los problemas individuales, algo que la llegada de Dal Lago busca cambiar. “La psicología deportiva no es sólo la parte individual, mucho más en un deporte colectivo, donde hay que enfocarse a lo grupal, que cada jugador aproveche al máximo sus condiciones”, expresó.
“Al cerebro hay que entrenar-lo como se entrena al físico. No debe ser algo esporádico ni cuando aparece un problema puntual, es una tarea que hay que realizar a diario”, confió el nuevo coach de la institución del Parque.
¿Cómo espera este nuevo coach resolver el problema mental del equipo? Dal Lago tiene un plan: “Hay que trabajar con los líderes formales. Por una parte el entrenador, que tiene que lograr que su mensaje se comprenda y motive”.
Y agrega: “Hay otros líderes, hay que encontrarlos y eso se logra en el contacto diario. No hablo sólo del capitán del equipo, sino de aquellos jugadores que tienen una gran influencia en el grupo. Hay tipos que con una mirada o un comentario impactan fuerte en el resto del equipo. Eso no lo dejamos librado al azar sino al contrario, lo entrenamos para que esas intervenciones de los líderes siempre estén en función de potenciar al equipo”.
Mensaje del entrenador y potenciar a los líderes son dos objetivos puntuales, pero hay uno más general. “Hay que darle al grupo herramientas para afrontar las situaciones de estrés. El desempeño de un equipo depende de las condiciones individuales, pero también de cómo están conectados los jugadores, de su manera de afrontar los desafíos”.
La psicología es una herramienta que ha permitido que algunos deportistas se transformen en número uno y que equipos logren un nivel superior al esperado. Una herramienta que ya nadie mira de reojo. Y en el Parque esperan que sea el punto de quiebre para salir de un pozo deportivo que sin dudas tiene mucho desde lo emocional.
Formiliano está cerca, el cinco no tanto…
El jueves cierra el libro de pases y la dirigencia leprosa intentará cumplir con el pedido de un volante central que aún pretende Lucas Bernardi, aunque podría sumar algún futbolista más.
Por lo pronto hoy podría avanzarse en la contratación del defensor uruguayo Fabricio Formiliano, quien fue ofrecido hace unos días y tanto la dirigencia como Roberto Sensini consideran que es un futbolista que podría ser una apuesta a futuro.
Fomiliano, de 23 años, es un jugador uruguayo que estuvo cerca de pasar a Lugano de Suiza y Torino de Italia, e incluso estuvo en la mira de Colo Colo. Y al no cerrar con esos clubes, su representante, Pablo Bentancur, lo ofreció en el Parque.
La negociación se demoró porque Betancur está en Europa, pero en el Parque creen que entre hoy y mañana podría definirse la llegada del zaguero, que también puede jugar como volante central.
De todas maneras, Bernardi espera por un cinco y como lo de Esteban Pavez parece difícil de concretar, la dirigencia apuntará hoy a acelerar la negociación con otro mediocampista por el cual ya se hizo un sondeo. El tiempo apremia, pero en el Parque confían en cerrarlo.