Noche mágica en Miami, donde Newell’s se dio el enorme placer de enfrentar al Inter de Messi y Martino en un amistoso tan histórico como especial, no sólo para el club del Parque Independencia sino también para el astro rosarino, quien se prepara para afrontar el comienzo de la Major League Soccer bajo la conducción del Tata, el verdadero artífice de la inolvidable velada que tuvo a la Lepra como protagonista en la ciudad más latina de todo Estados Unidos.
La fiesta Rojinegra fue completa en el gigante norteamericano, donde además de un nutrido grupo de hinchas también dijeron presente varias glorias del club como Maxi Rodríguez, Lucas Bernardi, Damián Manso o Mauro Formica.
Claro que todas las cámaras lo siguieron constantemente a él, al 10, el as de espadas, el hacedor de tantísimos récords, eterno capitán de la Selección Argentina y vigente Campeón del Mundo, quien se dio el gusto de jugar un ratito frente a la entidad de la que siempre se sintió hincha y en la cual entregó sus primeras gambetas cuando era apenas un niño.
A pesar de sus 36 años y no tener absolutamente nada más por demostrar, Messi se las ingenió para ser el mejor en los casi 60 minutos que el Tata lo dejó en cancha, a él y al uruguayo Luis Suárez. Es que Inter Miami abrirá la temporada 2024 de la MLS el próximo miércoles en ese mismo escenario ante Real Salt Lake. Y vaya que tiene cosas por corregir Martino.
El gol del empate de Franco Diaz habla por sí sólo: tremendo error en el fondo y a cobrar. Claro que a Newell’s el resultado le importaba poco y nada. La verdadera prueba será el próximo domingo 25, en el Coloso, ante el rival de toda la vida.
Todos los saben, aunque la proximidad del Clásico no tenía por qué ser un impedimento para vivir, sentir y disfrutar lo que pasó anoche en Miami, con el mejor jugador de la historia divirtiéndose adentro de la cancha y cumpliendo otro sueño en su maravillosa carrera.
