Ni el martes 13 pudo con Newell’s. El campeón está, aunque le falten figuras y el Tata Martino lo mire desde España. Triunfazo leproso ante Boca con un Víctor Aquino que sacó chapa de héroe y al menos por una noche hizo olvidar a Ignacio Scocco. Noche de ensueño para el paraguayo y estreno auspicioso de Alfredo Berti como entrenador leproso. Mejor, imposible.
La Lepra tuvo un comienzo titubeante. Y Boca aprovechó ese ratito de dudas para ponerse en ventaja. Bastó que la pelota pasara por los pies de Juan Román Riquelme y que éste pusiera un pase entre líneas al Burrito Martínez, quien aprovechó la pasividad de la defensa rojinegra, llegó hasta el fondo y asistió a Nicolás Blandi para que fusile a Nahuel Guzmán.
Boca consiguió la ventaja tempranera y mantuvo la posesión del balón, frente a un Newell’s que lucía desconcertado, con problemas de marca por las bandas y a Diego Mateo que no podía encontrar a Riquelme.
Pero la Lepra tiene un estilo y no lo quiere perder. Por eso no se enloqueció y esperó con paciencia su chance. Así llegó el empate. Arrancó por derecha con Martín Tonso y como no tenía espacios volvió a Víctor Figueroa, quien trasladó para Lucas Bernardi; y ahí fue cuando el capitán sacó un pase por arriba ‘marca registrada’ para el sorpresivo ingreso de Milton Casco, que la bajó de pecho y definió con certeza.
Newell’s equilibró el juego y tuvo alguna chance con un remate desviado de Aquino. Pero sufrió el problema de la pelota parada y tras un córner que no pudo despejar, Cata Díaz sacó un derechazo de volea inatajable para Guzmán. Volver a empezar para los de Berti.
Tuvo su chance de igualar la Lepra antes del descanso. Pase de Bernardi a Figueroa, que demoró y permitió el cierre de Díaz. Y luego con un remate de Mateo que dio en la mano de Guillermo Burdisso pero que Patricio Loustau juzgó casual más allá que el balón tenía destino de red.
El entretiempo le hizo bien a la Lepra. Salió con decisión y en cinco minutos dio vuelta el resultado con dos definiciones de Aquino, que por un rato hicieron olvidar la ausencia de Scocco.
El primero nació otra vez en Bernardi con un pase por encima de la dubitativa defensa local. Luego Figueroa asistió a Aquino, quien definió con jerarquía sobre un Orion jugado abajo.
Sin que Boca pudiera reaccionar, la Lepra toqueteó la pelota de un lado a otro, sin apuro, y Cristian Díaz sacó un centro preciso para un cabezazo al ángulo de Aquino. Doblete del paraguayo, tan sorpresivo como efectivo.
A partir de allí el partido fue claro. Boca salió a matar o morir y Nahuel Guzmán bancó los tres puntos con atajadas importantes. El campeón está y no va a entregar el título sin luchar.
