Contundente, vertiginoso, táctitamente impecable, físicamente distinto (para mejor). Newell’s derrotó 1 a 0 a Defensa, que como pocas veces se sintió incómodo e inofensivo. Mérito de Sanguinetti, que en su avant premier dejó en claro que la Lepra va a dar batalla.
El nuevo Newell»s se pareció a Defensa, o mejor dicho, al Banfield de Sanguinetti. Presión alta, mucho despliegue para tapar receptores y atorar la salida del rival desde abajo. Sacrificio y orden, pero sobre todo un equipo físicamente distinto a las aletargadas versiones post pandemia que irritaban al hartazgo.
Correr ayuda, y mucho. Pero además la Lepra presentó un trabajo táctico perfecto. Asfixió a Defensa, lo desconcertó, lo incomodó y desde allí empezó a construir el partido.
Sordo, Garro, Castro y Panchito empezaron a recuperar pelotas cerca del área rival y a generar situaciones del gol. La mayoría las tuvo Castro, que tuvo la mira pifiada. Falló de frente al arco en la medialuna y sin marca; cabeceó desviado tras centro de Panchito; y remató sobre el travesaño luego de otra asistencia de González. También hubo dos cabezazos de Lema que pasaron cerca, y uno de Garro que atajó Unsain. En el medio, la presión leprosa obligó a Colombo a meter un planchazo y dejar a Defensa con uno menos.
Newell’s se fue al vestuario dejando buenas sensaciones. Pero quedó flotando en el Coloso esa idea de que faltaba un nueve para capitalizar la ventaja que el partido le había otorgado.
Bien Méndez, prolijo y firme Ditta, atento Arboleda y un Lema muy parecido a aquel que se lució en la primera etapa de Kudelka. Defensa nueva que respondió en el inicio, sólo una deuda, la falta de gol.
El segundo tiempo no cambió libreto. Newell’s dominante; Defensa, como pocas veces desorientado. Las bandas fueron zona de calor para cada intento leproso. Y de tanto ir… llegó el gol. Sordo puso un centro pasado, para alejarlo de la chance de Unsain, y Panchito González atacó la pelota para cruzarla de cabeza y gritar el gol como nunca.
Newell’s se vio en ventaja y cedió un poco de terreno. Y el equipo de Beccacece se sintió más cómodo con la pelota. Innecesariamente la Lepra puso en riesgo el gran trabajo hecho hasta ese momento. Merentiel pudo empatar pero no le dio con potencia dentro del área y Arboleda dudó tras una peinada de Fontana y los hinchas sufrieron un poco.
La noche de estreno merecía una victoria. El libreto de Sanguinetti y la actuación de los futbolistas tuvo tantos atractivos que no quedarse con los tres puntos era injusto. Y el triunfo es tan contundente como esperanzador. Una noche, Newell’s recuperó la dignidad como equipo.