Newell’s boicoteó sus propias ilusiones. Fue indeciso, desprolijo, inseguro. No mostró el carácter de otras veces y se dejó superar por un San Martín de escasísimas virtudes. La Lepra no pudo meterle presión al resto, más bien sintió el peso de tener que ganar. Y por eso perdió 2-1 en San Juan.
A la Lepra le encontraron la vuelta. O bien repitió errores a la hora de controlar los desbordes del rival y neutralizar el juego aéreo. Ya no resulta casual que San Martín abriera el partido, al minuto, con dos cabezazos en el área tras un tiro libre. Primero fue Cristian Álvarez sin marca y luego corrigió Diego García para vulnerar al inseguro Sebastián Peratta.
Y muchos menos que ampliara el marcador con un desborde y posterior centro de Federico Poggi frente a Santiago Vergini. La jugada luego derivó en Álvarez, que mandó otro centro que Peratta calculó muy mal y que Gastón Caprari mandó adentro de cabeza.
Newell’s descontó gracias a Pablo Pérez, quien burló la marca sanjuanina en un tiro libre para controlar y definir de zurda. Desde entonces, la Lepra mostró una mejoría. Pudo empatar con un zurdazo de Fabián Muñoz y con una jugada mal anulada a Víctor Figueroa en el área chica por un offside que no existió.
Sin embargo, el equipo de Gerardo Martino no pudo extender esa pequeña supremacía al complemento. Y salvo dos jugadas seguidas en el arranque (una que Corti le ganó a Pérez fuera del área y un zurdazo de Vangioni). Después navegó entre la intrascendencia y las imprecisiones. Así, dejó hundir sus esperanzas en San Juan. Con más errores propios que aciertos del rival.