Gerardo Martino mantiene la mesura. Pero ayer, durante la habitual rueda de prensa que entrega cada semana en Bella Vista, el Tata se mostró confiado y conforme con lo que viene haciendo el equipo. Incluso, hasta reconoció que disfrutó del partido ante Atlético Rafaela. Eso sí, cuando lo vio después por video, porque en la cancha padeció la ineficacia de sus jugadores. El entrenador leproso habló de ese tema con los suyos al punto de confesarles que sintió, en algún momento, que mostraban “desprecio hacia ellos mismos” porque no valoraban el esfuerzo que estaban haciendo. Además, Martino admitió que no se contenta con sumar algunos puntos más que el torneo pasado porque “no alcanza” y porque pretende “una mejoría mucho más duradera”.
“Tener la chance de sacar adelante un partido con un rival de fuste incrementaría la confianza. Siempre es bueno que las cuestiones positivas aparezcan en los momentos oportunos y éste lo es: estamos en el límite del tercio del campeonato donde se afianzan las ideas y mucho más si se dan los resultados”, aseveró el entrenador leproso sobre el encuentro ante Vélez de mañana en Liniers.
—¿Es una ventaja la doble competencia que está sosteniendo Vélez?
—Creo que todos los jugadores están capacitados para jugar partidos sucesivos y, en realidad, los desgastes en Sudamérica están ligados a los viajes y no tanto a lo que pasa en los 90 minutos. Vélez no tuvo que viajar y es probable que los jugadores lleguen bien recuperados. Es cierto que tienen 90 minutos más que nosotros, pero están preparados de tal manera que podrán jugar sin problemas.
—Newell’s tiene 10 puntos y el arranque ha sido bueno. ¿Cómo se hace para mantener el discurso del “partido a partido” ante la ilusión que a veces se genera en la gente?
—Lo que yo podría decir es que lo que fuimos superando eran cuestiones superables. Haríamos muy mal si únicamente aspiráramos a conseguir 18, ya que con eso superaríamos lo hecho en el último torneo. No hay que fijarse tanto en lo que vamos rompiendo de acuerdo a lo que sucedió en la última época porque son situaciones fácilmente superables y nosotros tenemos que hacer mucho más que eso. Y en esa búsqueda andamos. No nos fijamos tanto en esta situación que tiene mucho más que ver con ustedes (los periodistas) que con nosotros. No estamos pensando en hacer uno o dos puntos más que el torneo pasado porque no nos alcanza en absoluto. Pretendemos una mejoría mucho más duradera.
—¿Cuánto hablaste con tus jugadores sobre la importancia de la definición después de tantas chances desperdiciadas ante Atlético Rafaela?
—Era muy difícil pasar esta semana sin hablar o hacer un trabajo sobre el tema de las definiciones. Y como siempre digo, este plantel está preocupado de las situaciones que van pasando. Afortunadamente, tantas situaciones erradas no han significado perder puntos. Podría haber sido peor. Les dije que imaginaran cómo podría haber sido la semana si no le ganábamos a Rafaela con el partido que hicimos. Yo por ahí use la palabra desprecio hacia ellos mismos. Quizás suena un poco fuerte, pero sentí que no valoraban lo que estaban haciendo adentro de la cancha porque, si en algún momento hubieran pensado en todo el esfuerzo que estaban haciendo, hubiesen estado más aplicados.
—Entonces se charló bastante sobre el tema…
—Nunca hay cosas que ocurren en los partidos que no charlemos en la semana. Es un grupo que está demasiado dispuesto a la autocrítica, es un grupo que está más golpeado que suelto. Evidentemente el año pasado ha sido mucho más duro de lo que a mí me marcaba desde un palco viendo los partidos. Por eso no le rehúyen a la autocrítica.
—Ese año generó mucho miedo a perder en tus futbolistas que seguramente se desterrará con buenos resultados.
—Es lo que uno espera. Que la idea se termine de afianzar con los resultados y que estas cuestiones, que muchas veces pasan más por lo emocional que por lo que técnico, desaparezcan con los resultados. A veces es un poco de todo: tenés miedo a perder y te refugiás atrás pensando que es lo que te va a garantizar los tres puntos. Por suerte, el otro día no vi un equipo con miedo a perder, sí uno que erró demasiado.
—De tanto errar el equipo, se te vio realmente nervioso…
—Todos sufrimos. La gente, la familia. Pero cuando después vi tranquilo el partido, cosa que no siempre hago, disfruté porque jugamos bien y se acerca bastante a lo que nos gusta. Yo les dije a ellos (por los futbolistas) que jugar a la pelota se hace de una sola forma. Ellos, por sus cualidades naturales, pueden jugar a la pelota como a cualquiera le gustaría hacerlo, no que la pelota vuele siempre por arriba de la cabeza o apostar a una pelota parada. Ellos pueden jugar de la forma más linda y está bueno que lo puedan reforzar con resultados.