Newell’s está preso de su precariedad económica y se mueve con las lógicas limitaciones del caso. Sin embargo hay puntos salientes que el hincha debe repasar como saldo muy positivo, y no tienen como eje las incorporaciones de futbolistas sino los que quedaron. Alimentando el optimismo de los hinchas que Peratta, Schiavi, Alayes y fundamentalmente Mauro Formica sigan en el club son las mejores señales de cara a la temporada que empieza. “La base está”, frase popularizada por el Bambino Veira. Para que esto sea completo debe agregarse a la lista a Bernardi y Mateo, quienes no figuran en carpetas de otros equipos, pero son valiosos en la estructura de Roberto Sensini.
¿Puede Newell’s ser protagonista de sus próximos compromisos?. Como poder, puede. Los últimos torneos avalan cualquier sueño, parece difícil, es cierto. Sensini apuntó a Hernán Rodrigo López y Federico Higuaín y no pudo ser. Luis Rodríguez (la Pulga) llegó en lugar del hermano del Pipita, y es una interesante opción. Al uruguayo es muy bravo reemplazarlo, Sebastián Taborda es un desconocido de 29 años que alguna vez estuvo en La Coruña, aunque jugó muy poco, y anotó menos. Pero con más de 1,90m de altura el técnico cree que puede serle útil. Ahora se incorporó Ivan Borghello, seguro que nadie perderá el sueño por volverlo a ver con la camiseta de Newell’s, a falta del Zlatan falso (el peruano José Fernández) llegó un conocido de la casa, que se mueve bien en ofensiva, pero con poco gol a cuestas.
Las inferiores siguen su camino de reconstrucción y no se puede esperar demasiado por el momento, excepto Hernán Villalba que ya demostró que puede jugar en la primera de Newell’s. Por eso debieron incorporar a Luciano Vella, otro conocido de la casa que tampoco genera grandes expectativas pero puede estar y posiblemente rinda más que Nahuel Roselli (de regreso a Mar del Plata) y sí se presenta como opción o sociedad de Formica el pibe de Vélez Leandro Velázquez, a préstamo y con futuro interesante. “Ya está”, dijo el vicepresidente Eduardo Bermúdez. Y sí, ya está. Más no se pudo, ahora depende de Sensini y su capacidad armar algo competitivo con lo que tiene, y del resto. Aunque es muy difícil ilusionarse con la plantilla actual, mantener el promedio es un buen consuelo.
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