Cuando las rachas se empiezan a aquerenciar, se hace difícil sacárselas de encima. Y eso le pasa a Newell’s. Tras un buen inicio de torneo, la Lepra suma cinco partidos sin victorias, y eso lo aleja de la zona de arriba y genera preocupación. Pudo ganarle a Colón, no por supremacía en chances o dominio. Se puso en ventaja con Mansilla y se enamoró demasiado de esa diferencia mínima. Y con un polémico penal, el Sabalero se lo empató. Y quedó sensación de bronca.
Newell’s salió a jugar con la postura de siempre. Apretando arriba, con las líneas adelantadas, y Castro y Pérez intentando manejar los hilos. Colón, con una línea de tres en defensa dejaba algunas ventajas, y enseguida le regaló la primera chancee a la Lepra, tras una desinteligencia de dos defensores que dejaron a Sordo corriendo mano a mano con Burián. Pero el juvenil delantero se nubló y reventó la pelota contra el cuerpo del arquero.
No convertir de visitante seguía siendo un karma para la Lepra. Y al rato Castro le pegó desde afuera pero la pelota se fue desviada.
De a poco Newell’s se pinchó. Cayó físicamente, en especial Pablo Pérez, y Fernández quedó muy solo para defender en el medio. Y Colón se empezó a aproximar a Aguerre, con algunos centros peligrosos y un Farías que le ganaba la espalda a Bíttolo.
Pudo anotar el Sabalero. En otro partido hubiera sido gol. Farías arrancó con facilidades y tras combinar con Bernardi quedó de frente a Aguerre. Pero por darle justeza al disparo la pelota dio en el palo. El aviso estaba, Newell’s no reaccionaba, Comba se cansó de correr y de fallar en los pases, y Castro desapareció. El partido empezó a inclinarse hacia el Sabalero.
Pero esta vez Newell’s resolvió los problemas con una pelota parada. No fue Lema, ni fue de cabeza. Pero valió igual. Centro abierto de Castro y Mansilla le dio de volea con “la de palo” para vulnerar a Burián y adelantar a la Lepra cuando todos miraban el reloj para irse al vestuario. Primer gol de visitante, todo un logro.
El segundo tiempo enseguida mostró su libreto. Colón decidido a atacar para buscar el empate y la Lepra con una postura cuidadosa, más cerca de Aguerre. Fernández y Pérez se fueron desinflando y el Sabalero empezó a amenazar seriamente con empatar.
Tuvo algunas chances, como un remate pifiando de Bernardi y un cierre justo de Aguerre con el pie. Por eso Gamboa metió a Sforza y Maccari, a quien se le agregó Negri por un Bíttolo lesionado.
Y la amenaza se concretó. De manera extraña. Un centro de Meza dio en la mano de Negri, aunque con un rebote anterior en el cuerpo que hace cuestionable la decisión de Baliño, más para no cobrar que para marcar tiro desde los doce pasos. A Farías no le importó y puso el 1-1. Justo por el trámite, castigo para un Newell’s que retrocedió demasiado.
El final tuvo a Colón con ganas de ganarlo, aunque Lema, Mansilla y Aguerre la bancaron bien. Y el empate, que parece poco, tan mal no se vio. Aunque ya son cinco partidos sin ganar, y es mucho.