Si bien aún no terminó la fecha 10 de la Copa de la Liga, el punto que logró Newell’s en Mendoza cotizó en bolsa. Es que la Lepra se mantuvo entre los cuatro mejores de su zona. Por eso es de vital importancia el partido del viernes en el Coloso frente a Platense.
Para Newell’s es fundamental terminar en zona de clasificación antes de que el torneo sufra un parate por la gira de la Selección a Estados Unidos para cumplir con los compromisos de la fecha Fifa ante El Salvador y Costa Rica.
El rival del viernes es Platense, equipo renovado por la llegada de la dupla Orsi-Gómez, técnicos que siempre se las arreglan en el inicio de sus ciclos para darle un dolor de cabeza a cualquiera.
Mauricio Larriera no tendrá a Ever Banega por su expulsión ante Godoy Cruz. Sin embargo, sin el 10 en cancha el equipo se repuso del resultado adverso con el Tomba y rescató un punto de oro gracias al gol del Colo Ramírez. El DT recupera ante el Marrón a Ángelo Martino y deberá agudizar su ingenio para reemplazar a Banega.
Luego de enfrentar al Calamar, Newell’s tendrá la recta final de tres partidos con diferentes matices. El primero será ante Sarmiento, otro equipo que cambió de técnico a mitad de camino y llega con un buen semblante. Después será el turno de recibir a Boca, algo que siempre resulta motivante y más cuando es muy posible que ambos estén luchando por ingresar a los cuartos. Y cierra con Defensa en Florencio Varela, en lo que puede llegar a ser una mano a mano por avanzar de ronda.
Copa Argentina
Llegó la confirmación oficial por parte de la organización de la Copa Argentina y tal cual se manejaba desde hace un par de semanas el debut leproso en el torneo será el viernes 22 de marzo.
Newell’s enfrenta a Midland, elenco que aprovechó ciertos corrimientos y subió a la B Metro. El escenario elegido fue el de Colón de Santa Fe y el horario el de las 15.
La Lepra nunca tuvo afinidad con la Copa Argentina y por una cosa u otra ha sufrido derrotas ilógicas antes equipos de categorías más bajas. En la temporada pasada el verdugo fue Claypole, que por ese entonces jugaba en la Primera C.