Newell’s hizo todo en el partido. Lo bueno, buscando siempre jugar desde la “famosa” posesión, y lo malo con el gol en contra de Gabriel Heinze. Lo bueno, siempre fue el dominador de las acciones. Belgrano tuvo que jugar el partido desde la marca y el quite. Lo malo, si no era de penal daba la impresión que no podía hacer un gol.
“Sólo nos faltó el gol”, dijo Maxi Rodríguez, la figura de la cancha, cuando terminó el partido. Claro que no es un tema menor, van tres partidos del torneo Final y uno de Copa Libertadores y sólo pudo hacer un gol y de penal. Es un problema, no un detalle.
Dejando de lado la torpeza de Heinze, Belgrano no encontraba razones futbolísticas claras para complicar a Newell’s. Guzmán siempre atento para anticipar, y la defensa oportuna y bien parada.
En el medio, Villalba transitaba su mejor partido desde que volvió a jugar. Bernardi, sin aportar tanto, metió una pelota maestra para Maxi, que Olave transformó en penalazo. Banega siempre trató de buscarle buen destino a la pelota, y Figueroa se asemejó a su mejor versión. Eso sí, siempre esquivando la definición.
Arriba, Muñoz molestaba y mucho. Pero cuando le toca definir, deja la sensación que nunca será gol. Belgrano fue una sombra del que jugó en la Bombonera. Guillermo Farré fue su mejor hombre, puesto a correr y luchar es incanzable. Pero Bueno y Pereyra no desbordaron jamás, tampoco estuvieron bien asistidos. La pelota fue siempre de Newell’s y las contras de Belgrano carentes de profundidad. Pero se equivocó Heinze y clavó el empate, que fue castigo y grande para el juego de Newell’s. Y un excesivo premio para el Pirata. Newell’s alargó su racha a 12 partidos sin ganar, la novela de Berti continuará el domingo en el Parque ante Atlético de Rafaela.