Prueba de fuego para los pibes. Chance inmejorable para ratificar la recuperación o, caso contrario, volver a encender la alarma en un torneo en el que fueron más las malas que las buenas.
Newell’s visita a Boca a partir de las 16, con una formación compuesta por muchos juveniles y un esquema cauteloso que propondrá Torrente en busca de “traerse algo”, de un reducto siempre complicado, aunque a la Lepra últimamente tan mal no le fue.
Sin Mauricio Sperduti, la carta ofensiva más importante del elenco rojinegro, el entrenador prefirió sumar más gente para la lucha del mediocampo, resignando poder ofensivo, dejando en ataque a dos pibes de la cantera: Martín Tonso y Federico Falcone.
La propuesta de Torrente es clara, achicar espacios, sumar gente atrás, cuidarse por afuera y, en la medida que se pueda, salir rápido de contra para agarrar mal parado al local.
Enfrente tendrá un Boca irregular, con muchos lesionados y varios conflictos internos que lo llevaron a ubicarse en un lugar que está lejos del objetivo trazado a principio de año cuando llegaron figuras de la talla de Walter Erviti, Diego Rivero o Somoza.
Sin Riquelme, a Falcioni le queda más cómodo apelar a un esquema 4-4-2, con proyección constante de los laterales, una situación que Torrente tiene vista y que sabe bien que será importante neutralizar. Los once puntos de la Lepra no asustan a nadie. Ni siquiera a un Boca que deambula por la mitad de la tabla con una leva ilusión de pelear un lugar en la próxima Sudamericana.
De todas maneras el triunfo rojinegro la semana pasada ante All Boys, con la primera valla invicta de Peratta en el presente Clausura, generan cierta expectativa de una recuperación que dependerá del resultado de esta tarde.
Desde lo numérico la Lepra podrá hacer poco para acomodar esta floja campaña, pero para estos pibes que hacen sus primeras armas sin dudas que este examen podrá marcar su futuro. Para bien o para mal.