Desorientado. Sin respuestas futbolísticas ni anímicas. Newell’s transita un momento complejo. Una nueva derrota, esta vez 1 a 0 ante Gimnasia, pone al interinato de Lunari en una posición delicada. Ya son cinco partidos sin ganar y dentro de la cancha hay un desconcierto tan grande que obliga a pensar que la dirigencia tal vez deba apurar la llegada del DT. O el equipo se seguirá hundiendo en la tabla.
No puede Newell’s, no hay caso. Otra vez la Lepra se puso en desventaja por un descuido defensivo tempranero y se fue al vestuario un gol abajo porque falló en la definición.
A los 10 minutos, de un lateral llegó el gol de Gimnasia. Mal parado Vangioni, Martino perdió a su marcador y Castillo anticipó a Salcedo y Hoyos para el 1 a 0.
Pudo aumentar el Lobo en medio del desconcierto defensivo leproso. Martino se quedó pidiendo un lateral y De Blasis aprovechó el hueco y sacó un centro a la cabeza de Castillo, que le dio desviado dentro del área chica.
Lo mejor de Newell’s llegó con una combinación de Banega y Miljevic que derivó en Schott, pero el centro encontró un despeje justo de un defensor local.
Y a los 34 minutos, tras un córner ejecutado por Banega, Salcedo metió un cabezazo que dio en el palo.
Las chances se sumaron y la ineficacia impidió el empate.
Silvetti metió un pase al vacío para dejar a Juanchón a la corrida frente al arquero rival, y el atacante le dio por arriba y la pelota se fue desviada.
Y enseguida, en otro ataque por el sector izquierdo, Cedrés remató desviado.
En el segundo tiempo Newell’s amagó con un par de ataques interesantes, pero falló en los metros finales.
Y luego comenzó el show del error defensivo. Pasividad, desorden, malos retrocesos, la Lepra hizo todo para que Gimnasia anotara el segundo. Pero Hoyos le ganó un mano a mano a Castillo y luego atajó un cabezazo de De Blasis.
Y en una jugada polémica, el VAR hizo que Zunino revisara dos acciones y expulsó a Vangioni y Garayalde.
El final fue un desconcierto. Lunari metió cambios que descompensaron aún más la defensa y Hoyos salvó a Newell’s del papelón con tres atajadas fantásticas.
Pudo empatar la Lepra, con un cabezazo de Jacob que atajó Ledesma de manera notable. Pero no hubiera cambiado demasiado la imagen de desconcierto que mostró el equipo.