La parrilla Las Palmas, de Córdoba esquina Alvear, bajó sus persianas definitivamente, al igual que la de muchos otros bares y restaurantes de Rosario que no pudieron resistir el impacto económico que sigue dejando la pandemia de coronavirus.
El 2020 golpeó duro al rubro gastronómico y este año, con una capacidad de ocupación al 50% y con horarios restringidos por las medidas sanitarias, el sector lo sigue padeciendo.
Uno de los dueños de la tradicional parrilla, Heldo Milatich, en diálogo con la emisora radial LT8 lamentó el cierre del local después de 15 años y dijo que «cuesta desprenderse de algo emblemático, pero es la realidad que nos toca atravesar».
Y agregó: «La firma no pudo pilotear la coyuntura que significó tener el local seis meses cerrado por la cuarentena. El punto de quiebre fue la renovación del contrato de alquiler. Me pidieron el doble y no nos quedó otra».
Milatich explicó que «en el sector gastronómico se trabaja durante 10 meses porque en enero y febrero baja la recaudación». «Durante seis meses estuvimos con las persianas bajas y el delivery de carnes asadas no funciona con la misma dinámica, sólo alcanzó para que el personal pueda cobrar y comprar mercadería, pero los gastos y las deudas crecían».
Los que ya no vuelven
Hace casi un año, los dueños del tradicional Bar Blanco anunciaron el cierre del local. El impacto económico por el aislamiento social le puso fin a los casi 100 años de historia del tradicional local de Pellegrini y Alem. Unos días antes pasó lo mismo con La Maltería, de la esquina de Santa Fe y Presidente Roca.
En junio pasado, dos enormes camiones de mudanza terminaron de vaciar la casona de Oroño y Güemes donde desde hacía tres años funcionaba el pub Queens. También cerró la cervecería Buho Beer Market (Pellegrini y España) y otros cafés más chicos como El Granero, de San Martín al 1000, frente al Centro Cultural Fontanarrosa.
Otra de las víctimas de la pandemia fue La Parilla Don Leo, de Pellegrini 971 y «Malone Club de Birras», de Riccheri y Jujuy, que se había inaugurado a mediados de 2019.
La semana pasada, y después de 17 años, cerró sus puertas la tradicional cervecería el Gran Chopp, de Callao y Mendoza.