A pesar de las críticas recibidas por las delegaciones extranjeras, que los acusaron de detentar cierto autoritarismo y que solicitaron al gobierno de Barak Obama “ayuda humanitaria y no tropas”, el Ejército estadounidense no dará el brazo a torcer y advirtió que permanecerá en Haití “todo el tiempo que sea necesario”. Así lo aseguró el coronel Gregory Kane, director de la Fuerza Conjunta de Operaciones, cuando en una conferencia de prensa aclaró que se quedarán hasta que ya “no nos precisen en la reconstrucción de Puerto Príncipe”.
De acuerdo con lo que dijo el coronel, en principio el componente militar podría permanecer activado de 45 a 50 días, aunque la palabra final la tendrá la Casa Blanca.
El anuncio sobre la permanencia de las tropas norteamericanas se produjo en medio de los recurrentes problemas en la distribución de asistencia humanitaria en Haití. “Lamento que esto hubiera tomado tanto tiempo”, dijo anteayer el ex presidente Bill Clinton, enviado especial de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en el devastado país caribeño. Clinton comprometió sus esfuerzos para destrabar la entrega de alimentos, descartando que quiera convertirse en una especie de “gobernador” en Haití.
Pero aunque Estados Unidos desplegó unos 20.000 soldados por tierra y mar en el marco del operativo humanitario que diseñó tras el sismo del 12 de enero, en los miles de refugios improvisados y en las calles donde los sobrevivientes duermen a la intemperie se observan cada vez más carteles de protesta por la lentitud en la distribución de la asistencia. Justifican las protestas las declaraciones del gobierno haitiano, que anunció que de las 10.000 tiendas de campaña prometidas llegaron sólo 4.000, a pesar de los ofrecimientos de Clinton. Hasta la fecha, el Pentágono ha desbloqueado 200 millones de dólares en ayuda para los damnificados, según informó la agencia estadounidense de ayuda para el desarrollo (Usaid). Los fondos están siendo invertidos en el transporte de tropas, material médico, alimentos y agua potable. Además, los efectivos estadounidenses acondicionaron 16 puntos en el país para el suministro de ayuda.
En los próximos días, en el hotel de lujo Montana donde murieron varios extranjeros, el departamento de Salud estadounidense habilitará una morgue móvil, donde 25 especialistas se encargarán de identificar los cadáveres para su repatriación.
Por su parte, los embajadores de la Unión Europea en Haití anunciaron una contribución de unos 400 millones de euros para la recomposición del país, en tanto que la ONU calculó que el 75 por ciento del centro de Puerto Príncipe deberá ser reconstruido.
Entretanto, los 10 estadounidenses sospechosos de sacar ilegalmente a 30 niños haitianos esperaban su traslado a la prisión de Pétion-Ville, de Puerto Príncipe.