El último informe elaborado por el Observatorio Social de Transporte dirigido por el concejal Eduardo Toniolli, comparó las alternativas de movilidad antes del comienzo de la cuarentena y durante este período. Si bien la utilización del colectivo estuvo condicionada por la merma en la circulación y las intermitentes medidas de fuerza por parte de sus trabajadores, se destaca el crecimiento de la caminata como alternativa elegida, desplazando al auto, la moto o la bici.
El edil justicialista planteó que la caída en la cantidad de usuarios de colectivos durante la pandemia “obliga a planificar claras políticas de estímulo para evitar un colapso en el tránsito urbano cuando se supere esta crisis sanitaria”. En tanto afirmó que “algunas de esas medidas pueden ir aplicándose desde ahora”. El informe incorporó una encuesta realizada por la consultora Inmediata.
Previo al anuncio de la cuarentena como medida para prevenir contagios de coronavirus, un 7% de los encuestados apelaba a la caminata como modo de desplazarse. Durante el período de confinamiento, esta opción pasó a representar el 41% entre los encuestados.
En la comparación, la utilización del auto particular se mantuvo con una leve caída, pasó del 32% al 28%. En la misma sintonía, el uso de la moto cayó del 7% al 5% y taxis o remises del 6% al 5%. Las bicicletas particulares y públicas no registraron variaciones.
Antes de la cuarentena
Durante la cuarentena
Si bien el nivel que registró en marzo el uso del transporte público se vio atravesado por los efectos de la menor circulación y del cese en el servicio, ya marcaba una caída respecto al mismo mes del año 2019. En ese momento un 49% de los encuestados eligió el colectivo como medio de transporte.
Al trazar una comparación del conjunto de servicios públicos entre esos dos períodos, se observa una importante caída en la cantidad de viajes pagos. En la sumatoria de viajes en colectivos, taxis o remises, y bicicletas públicas, el volumen de usuarios cayó del 54% al 48%.
El informe aclara que si bien no corresponde comparar el período previo al 20 de marzo con los números actuales, se experimentaron cambios llamativos, destacando “la dramática baja en la Movilidad Pública (casi el 40% en cifras absolutas, pero del 81% en valores relativos)”.
Planificación a futuro
Respecto a la planificación del transporte post pandemia, Eduardo Toniolli manifestó la necesidad de recomponer el Fondo Compensador Municipal (que se ha visto disminuido debido a la situación económica recesiva), por medio de un Fondo Anticíclico.
“Ese Fondo estaría compuesto por lo que podría obtenerse a partir del aumento de alícuotas del Drei a distintas actividades que siguen obteniendo ganancias extraordinarias en plena crisis”, señaló.
Asimismo, el concejal peronista planteó: “Debería evaluarse la posibilidad de aumentar la cantidad de servicios cuando se vayan rehabilitando diversas actividades económicas, para evitar la congestión de pasajeros, pero también para reducir los tiempos de espera, que terminan empujando a los usuarios a buscar otras alternativas de movilidad”.
A su vez sostuvo que los costos extras de mejorar las frecuencias “serían mínimas, en la medida que los costos fijos del sistema se siguen erogando, y además de permitir el cumplimiento de las medidas sanitarias, sería una apuesta para retener usuarios para el futuro de nuestro transporte público”.
El titular del Observatorio Social del Transporte señaló que en la sesión del jueves, el Concejo Municipal aprobará un proyecto de su autoría que obligará al Municipio a realizar un informe anual de todos los indicadores del Transporte Urbano de Pasajeros.
“Luego de cuatro años de tratamiento, finalmente logramos darle despacho a una iniciativa que entendemos va a ser un gran aporte a la transparencia del sistema, permitiendo mejorar el control social sobre las empresas de colectivos y sus eventuales incumplimientos”, concluyó Toniolli.