Nicolás Castro anotó ante Talleres y de alguna manera se sacó un poco de presión. Tras no ser vendido para que “los hinchas lo disfruten”, el mediocampista está en la mira de todos, incluso recibió la casaca “10”, un privilegio de pocos. Y sus primeros partidos no lo mostraron en su mejor versión, algo que cambió en el triunfo ante la “T”.
Uno de los cambios que provocó Sanguinetti en los últimos partidos fue ubicar a Castro más suelto, sin tanta responsabilidad de marca, y eso lo hace jugar con más libertad. “Me siento cómodo donde jugué el partido pasado, pero como digo siempre, juego donde me toca, donde el técnico me pone, y trato de hacer lo posible, no es que juego en un solo lugar”, destacó.
Y agregó: “Me siento cómodo de mitad de cancha para adelante, creando juego, teniendo la pelota, por ahí me fastidio cuando no la puedo agarrar o no encuentro los espacios, pero me siento cómodo ahí. Me siento más cómodo atacando y generando juego, pero me piden correr y trato de hacer lo mejor para el grupo y para mí en lo personal”.
El joven enganche leproso admitió que sufre mucho cuando su rendimiento no es el esperado. “Me genera desconfianza conmigo mismo. Hay errores en la semana, personales, que me fastidian un poco y creo que me hacen bajar el nivel, pero después el grupo me levanta, los referentes, y eso está bueno y te hace levantar la confianza en los partidos”, confió, dejando en claro que no es fácil sobrellevar la carga de ser el conductor del equipo.
“Sanguinetti me dice que juegue tranquilo, que no tenga presión de nada, que soy un chico que tiene que seguir aprendiendo, y me dijo que lo iba a hacer muy bien durante todo el torneo. Que agarre esa confianza que tenía el torneo pasado y que las cosas me iban a salir bien”, confesó a la hora del apoyo que le da el DT.
Castro destacó la buena pretemporada que hizo el plantel, que además de tenerlos mucho mejor en lo físico, unió al grupo. “Sirvió mucho, trabajamos mucho en lo físico, para mi bien y para bien del grupo. Y tuvimos una charla para que los refuerzos puedan adaptarse rápido y que seamos un grupo unido en las buenas y en las malas, que tiremos todos para el mismo lado”, sostuvo.
Usar la casaca diez es un privilegio que Castro tiene y lo toma “con tranquilidad y felicidad”. Aunque hay una deuda que debe pagar, le prometió a Pancho Aquilano que le dedicaría el primer gol que haga en el Coloso con esta camiseta. “Todavía no me tocó hacerlo acá (en Rosario), así que pronto espero cumplir”, contó.
Sin cambios para recibir al Decano
Javier Sanguinetti realizó una práctica de trabajos tácticos, donde paró el equipo que el domingo recibirá a Atlético Tucumán y el DT repetirá la misma formación que inició en la victoria ante Talleres.
Con Leonel Vangioni aún recuperándose de una distensión muscular y con Willer Ditta en condiciones tras una contractura muscular, Sanguinetti paró a Ramiro Macagno; Armando Méndez, Cristian Lema, Willer Ditta y Martín Luciano; Juan Garro, Pablo Pérez, Julián Fernández y Francisco González; Nicolás Castro; Juan Manuel García.