Si bien en la Argentina rige desde julio del año pasado la ley de matrimonio igualitario, una instancia de avanzada en materia de derechos, cada uno de los pasos que dan las minorías para conseguir la tan postergada igualdad ante la ley da cuenta de que la pelea continúa a la hora de igualar derechos. Es el caso de A y F dos mujeres que se casaron en febrero pasado y hace algunos días fueron madres de dos bebas que engendraron gracias a inseminación artificial. Hasta allí, las dos mujeres pudieron seguir el camino que optaron, en igualdad con otras personas que no son parte de la minoría sexual. Pero el problema surgió cuando concurrieron a anotar a las nenas en el Registro Civil, con el apellido de ambas madres, porque se lo negaron. “El argumento es que hay una ley que dice que en una unión igualitaria, si son mujeres, es sólo de la mama biológica el apellido, no del matrimonio. Yo digo que somos una familia y el hijo es de los dos. Si a ella le pasa algo yo no soy nada”, sostiene A, indignada por la situación que también impide que sus hijas tengan una obra social ya que para la ley sólo importa la madre biológica, F, en este caso.
Pedro Paradiso, dirigente de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), explicó que la ley es clara al respecto y que las bebas deben ser anotadas con los dos apellidos. Al respecto consideró que es probable que se trate de un error de un funcionario del Registro Civil y no de una decisión política de la ciudad o de la provincia, que siempre se manifestaron a la vanguardia de los derechos de las personas del mismo sexo. Paradiso cree que, una vez que les explique a los más altos funcionarios la situación, la misma va a modificarse. En caso contrario, concurrirán a la Justicia.
El relato de A. está lleno de impotencia. Según contó a El Ciudadano, cuando con su pareja empezaron a notar que la ley de matrimonio igualitario iba a tratarse, comenzaron a realizar un tratamiento de inseminación y F. quedó embarazada. “En julio salió la ley, en octubre quedó embarazada y nos casamos en febrero”, contó A.
Pero el lunes de la semana pasada, a pocos días del nacimiento de sus bebas, las flamantes madres fueron al Registro Civil, con el Certificado de Nacido Vivo que les otorgó el hospital para que las anotaran tal como figuraba en ese documento, con los dos apellidos. La magistrada a cargo de esa oficina les aseguró que sólo podían llevar el apellido de la madre biológica.
De esta manera, las bebas serían hijas de una madre soltera y no de una familia, y no podrían acceder a la obra social de una de las madres.
“Somos la primera pareja casada legalmente en tener hijos en la ciudad. Yo estuve presente en la inseminación y también en la cesárea. También en neonatología, ya que las bebas nacieron con bajo peso. Y cuando llegué al Registro Civil, el que está en el Distrito Centro, no me dejaron anotarlas, la jueza se negó”, afirmó A.
La visión de la CHA
En el caso tomó intervención Pedro Paradiso, de la Comunidad Homosexual Argentina CHA), quien aseguró en diálogo con El Ciudadano que hoy tomará contacto con autoridades del municipio y de la provincia, ya que considera que puede tratarse de un error de la funcionaria del Registro Civil. En el caso de no obtener respuestas, la CHA irá a la Justicia porque la negativa del funcionario de anotar a las niñas con los apellidos de sus madres viola la ley de matrimonio igualitario sancionada el 21 de julio pasado.
“La nueva ley dice que los hijos matrimoniales de los conyugues del mismo sexo llevarán el primer apellido de alguno de ellos, pero podrían llevar los dos a pedido de los cónyugues si ellos así lo decidieran. Ese es el artículo que se aplica en el caso de estas chicas que buscan que sus hijas usen el apellido compuesto, ya que en la libreta de matrimonio figura el apellido de las dos”, sostuvo el dirigente.
“Ellas tienen los Certificados de Nacido Vivo, que por cuestiones de políticas públicas incluye las huellas de las plantitas del pie del bebé, donde consta el apellido elegido para las familias”, explicó. “Ese certificado esta confeccionado de manera correcta. Y allí figuran los dos apellidos, el primero no es el de la madre biológica porque así lo decidieron las madres”, destacó.
“Por ley hay que inscribirlo como figura en el Certificado de Nacido Vivo, pero el Registro Civil se niega, lo que es una vergüenza. Estoy convencido y quiero creer que es un error de un funcionario, que es momentáneo. Por eso vamos a hablar con la intendencia y la gobernación. Vamos a pedir una reunión con ellos”, indicó Paradiso.
El dirigente aclaró que la ley no deja nada librado al azar. Y en ese sentido explicó que el artículo 42 es aclaratorio, es decir, aclara las dudas y no deja librada a la interpretación de un funcionario el alcance de la ley. “Lo que ocurrió es un atropello a las madres, que no sólo viola una normativa, sino el derecho de una de las madres. También se están vulnerando los derechos de dos criaturas, de dos menores. Es una cuestión tan sensible como la de la identidad”, destacó.