En los barrios pobres hay una delgada línea que separa a una víctima de un victimario.
Este parece ser el caso de un adolescente que recibió en agosto pasado cuatro balazos por parte de un ex policía. El agresor declaró que defendió a su familia de un robo, y fue imputado por tentativa de homicidio en legítima defensa. Allegados a la víctima, que tiene 15 años, preguntaron a los vecinos qué ocurrió. Es que el chico estuvo varias semanas en coma y no podía contar lo sucedido. Y se encontraron con otra versión. Los testigos dijeron que el ex uniformado disparó desde arriba del techo de su casa contra dos jóvenes en moto. El adolescente estaba tirado y malherido, pero eso no alcanzó. Bajó de la terraza y volvió a tirarle tres balazos en el estómago. Todo ocurrió en pasaje Santa Isabel al 3500, en el barrio San Francisquito.
La familia del ex policía esperó que un patrullero trasladara a la víctima y, cuando se fueron, armaron la escena, según explicó un testigo. Apareció un revólver, la moto fue arrastrada desde la esquina hasta vereda de la vivienda del tirador y para terminar rociaron con el 32 el frente de la casa, de acuerdo con esta versión.
La defensa pública se presentó como querellante. La víctima, identificada como Brian Leonel F., declaró el 9 de este mes ante la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro, y contó su versión. Fue, por ahora, el único testigo y a su vez la víctima.
Sin embargo, por la otra parte, la Fiscalía presentó al tirador, a su hija, a su yerno y a un hombre que fue a hacer una denuncia a la comisaría 18ª porque le habían robado el celular. Todos declararon contra la víctima y a favor del tirador.
A Brian le quedaron secuelas, está convaleciente, tiene problemas respiratorios y dificultad para moverse.
Ayer, los policías de la 18ª volvieron a cargar contra Brian. Allanaron sin orden alguna su casa y lo detuvieron, también por intento de robo de una cartera a una mujer que nunca fue identificada por la Policía. Su mamá quiso resistir el arresto del chico y también marchó presa a la 18ª. Quedó imputada por amenazas. Madre e hijo fueron liberados a las 14.30, a la misma hora que se desarrollaba la audiencia donde la defensa pública presentó un habeas corpus para cuidar la libertad de Brian luego de que prestara declaración contra Hugo F., de 51 y ex miembro de la fuerza policial, autor de los disparos contra Brian.
El juez Hernán Postma, escuchó a la fiscal de Flagrancia cuando le leyó un fax con las actuaciones de la última detención de Brian y rechazó el pedido de la defensa, porque adujo que no corría peligro la libertad del menor, describió el defensor Marcelo Marasca.
La querella adelantó que apelará la decisión del juez y también que se presentará ante organismos internacionales para solicitar que se garantice la integridad de la víctima.
Querella
Cuando el Servicio Público Provincial de la Defensa se presentó como querellante, el defensor provincial Gabriel Ganón sostuvo que lo hicieron para solicitar que se investigue a fondo el accionar policial, tanto del ex agente como de los uniformados de la 18ª. “La Fiscalía avala la versión policial y sostiene la hipótesis de legítima defensa, pero disparar por la espalda a una persona moribunda no entra en esa calificación legal. El accionar de este ex policía es espantoso. Arrastró la moto de Brian hasta la puerta de su casa y, con la ayuda de otras personas, armó una escena del crimen falsa y plantó un arma”, dijo Ganón, quien además se refirió al joven que iba con Brian en la moto, testigo clave de lo que pasó y que abandonó el barrio San Francisquito por miedo a represalias. “Si no nos presentamos nosotros, no se presenta nadie y estos casos no se investigan. La administración de la Justicia siempre es tolerante con este tipo de comportamientos y eso genera un sentimiento de impunidad por parte de la fuerza policial que cree que puede dispararle a un pibe y quedar impune”, describió el titular de la defensa pública.