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Nietas y nietos de desaparecidos de Rosario se organizan y retoman emblemática Ronda de los jueves

La histórica reunión semanal en la Plaza 25 de Mayo vuelve este jueves a las 17. Jóvenes de entre 13 y 18 años convocan a quienes quieran sumarse a la flamante organización de derechos humanos, que toma la posta generacional tras la muerte de las últimas Madres: "Para seguir pensando y construyendo"

Desde este jueves 2 de septiembre a las 17 vuelve la emblemática Ronda en la Plaza 25 de Mayo (Buenos Aires y Córdoba). A la histórica convocatoria de Madres de personas desaparecidas por la última dictadura militar, este 2021 se suman en forma organizada nietas y nietos de aquella generación diezmada.

Los encuentros semanales para circular por este espacio público se interrumpieron a partir de la emergencia sanitaria por la pandemia; sólo hubo unos pocos en este último año y medio pero las y los organizadores esperan poder darle continuidad si los casos se mantienen bajos en la ciudad.

Este jueves es la primera Ronda sin ninguna Madre: las últimas en fallecer, en las últimas semanas ambas, fueron Noemí Johnston de De Vicenzo, conocida como Mimi, y Adela Panelo de Forestello, a quien llamaban Lila. Sin embargo, la organización Madres de Plaza 25 de Mayo continúa a través familiares y militantes por los derechos humanos y habrá en este ocasión un homenaje a Lila.

La particularidad de esta nueva Ronda es que chicas y chicos de entre 13 y 18 años se suman por primera vez en forma organizada y convocan a todas las personas de su generación que quieran tomar parte de la discusión y armado de este nuevo colectivo por los derechos humanos en la ciudad.

Se trata, a priori, de nietas y nietos de desaparecidos por la última dictadura cívico militar y se hacen eco de una consigna que tomó forma en los noventa, cuando nació la agrupación Hijos (Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio): hijos de una misma historia. Hoy son nietas y nietos quienes toman la posta y, si bien están en la búsqueda de aquellos con quienes tienen una historia familiar en común, el espacio está abierto a cualquiera que quiera sumarse en pro de la defensa de los derechos humanos.

«Ya haremos nuestras banderas»

Fotografía: Juan José García

Una de las integrantes es Lua Conechny, de 19 años, quien habló con El Ciudadano: «Nos juntamos entre los que nos conocemos pensando en las Madres; recientemente fallecieron Lila y Mimi. Ellas plantearon que no se deje de hacer la ronda de los jueves. La última vez que se convocó fue para el aniversario del 24 de Marzo este año. Ahí estuvimos presentes y la idea es que ahora lo estemos como organización. Ya haremos nuestras banderas».

Se trata de su primera presentación pública y esperan que se acerquen más jóvenes, sean familiares o no de desaparecidos: «Queremos que se sumen a militar quienes acompañan la lucha por los derechos humanos y los 30 mil compañeros desaparecidos, que reivindiquen esa lucha».

La agrupación todavía no tiene nombre, ni arriesgan a detallar tanto sobre sus horizontes, porque esperan poder definir estas cuestiones en forma colectiva y a partir de este jueves. Todo está por inventarse, aunque algo tienen claro: juzgan el genocidio, se niegan al olvido y defienden los derechos de las personas de ayer y hoy. Los actuales casos de gatillo fácil están entre sus preocupaciones primarias, por ejemplo.

Hay un precedente: no es el primer grupo de nietas y nietos de personas desaparecidas que se reúne y pone en común su historia. En agosto de 2019 se empezaron a reunir en La Plata jóvenes que hoy tienen entre 15 y 25 años, quienes luego le dieron el nombre Nietes, a tono con las causas de género y diversidad de las que se sienten parte tantas personas de su generación.

La primera actividad pública que hicieron fue justamente en conmemoración de los estudiantes secundarios secuestrados durante la La Noche de los Lápices en aquella ciudad, el 16 de septiembre de 1976. Las fichas estaban puestas en la marcha del 24 de marzo de 2020, con un festival de por medio; sin embargo la irrupción de la pandemia y el aislamiento social, preventivo y obligatorio puso en suspenso estas actividades presenciales.

A pesar de esto, se organizaron de forma virtual. Armaron grupos de whatsapp, hicieron videollamadas y tomaron lo que consideran un legado de la organización que los precede, Hijos: tejer lazos y hacer contactos con personas de todo el país. Así, dieron con nietas y nietos de muchas provincias y actualmente hay regionales en La Plata, ciudad de Buenos Aires, zona sur del conurbano bonaerense, y ciudades como Pergamino, Olavarría, San Miguel de Tucumán, Río Cuarto y Córdoba.

«Tercera generación en lucha»

«Esperemos que se sume Rosario», dijo al otro lado de la línea Malena Moreno, una de las fundadoras de Nietes. Agregó que hay varios lugares en Argentina, como Rosario, «donde hay nietes que no se están juntando orgánicamente pero están en el grupo nacional de whastapp y participan cuando quieren».

Renata Labrador, otra joven militante rosarina, y Lua Conechny participan de estas comunicaciones virtuales a nivel nacional y en 2020 fueron tomando estas conversaciones como referencia e inspiración para armar un espacio local.

Moreno relató cómo fue la construcción de esta organización en su ciudad: «Acá en La Plata hay mucha militancia de Hijos y militancias en general, de derechos humanos. Ya había habido algunes pibis que a sus 15 intentaron reunirse pero les costó organizarse, aunque se armó un grupo de Facebook. Consideramos que ese fue el inicio de las reuniones. En 2019 tiramos lazos para volver a juntarnos, un compañero en secundarios volvió a pensar la misma idea y empezamos a preguntar a quién conocía cada uno, hasta que pusimos un día y lugar de reunión. Fuimos entre 15 y 18 personas».

En esa ocasión, señaló, surgió la pregunta sobre qué tipo de organización serían, qué rol querían cumplir. «Ahí surgió que no sólo levantamos las banderas de nuestros abueles en los setenta y de nuestros padres que militaron en los noventa: nos consideramos una tercera generación en lucha. Y así también consideramos a la generación entera. Si bien organiza a nietes, consideramos que toda nuestra generación es parte. Con esa «e» tuvimos la intención de aglutinar los debates de hoy, levantamos las banderas de los feminismos, discusiones que se dan ahora y que no tuvieron lugar coyuntural en el momento en que nuestros abuelos o padres luchaban».

«Seguir construyendo estos espacios»

Conechny sintetizó su aspiración en este momento: «Nos queremos reunir para seguir pensando y construyendo lo que soñaban los 30 mil compañeros desaparecidos. Pensando a futuro, seguir construyendo estos espacios, que no siga habiendo violencia por parte del Estado. Nos juntamos para que las luchas por un mundo mejor sigan estando presentes».

Su abuelo Alejandro Ramón Pastorini tenía 34 años y era militante del Socialismo Revolucionario cuando fue secuestrado en su casa en pleno centro rosarino, Presidente Roca al 100, en agosto de 1976. Nora, la mamá de Lua, tenía 8 años y desde entonces intentó reconstruir la imagen de Pastorini, su papá, a través de sus recuerdos y el de sus amigos. Cuando Lua nació, intentó reponer esa historia y la propia Lua inició su camino para reconstruir a este abuelo que sigue desaparecido. Lo hizo también con sus amigas y amigos de su edad, con quienes comparte esta historia en común y que ahora decidieron juntarse de cara a la sociedad.

Conechny hizo una referencia más en la noticia de la construcción de esta nueva agrupación: Ana Moro, militante por los derechos humanos en la ciudad, sobreviviente de la dictadura y hermana de Miriam Moro, quien fue desaparecida en 1976. «Con ella estamos constantemente hablando. Nos ayudó a difundir, nos recomienda cosas, se alegra de que nos sumemos a las rondas de esta manera. Tenemos una comunicación afectiva y de cariño», describió.

«Ellos seguirán su camino»

«Para la Ronda de Madres es un honor, una alegría, una emoción muy grande que ellos se organizcen y que hoy participen con nosotros. Este jueves volvemos a las rondas y también recordamos el Día del Detenido Desaparecido y homenajeamos a Mimi y Lila que fueron las últimas Madres que nos quedaban vivas», contó Moro.

También recordó que fue para el 40° aniversario del último golpe de Estado que propuso que nietas y nietos de desaparecidos lean parte del documento que confeccionan año a año los organismos de derechos humanos de la ciudad.

«Las Madres querían mucho a los Hijos y por supuesto a los nietos y nietas. Siempre tuvieron un vínculo muy especial con los jóvenes. Ellos seguirán su camino. Primero éramos dos generaciones, cuando empezamos a marchar: la de las Madres y la mía. Después se sumaron los Hijos en los noventa, fue un hecho muy importante. Ahora las Madres no están pero seguiremos siendo tres generaciones. Era  hora de que empezaran los jóvenes. Estamos llenos de alegría, el recambio generacional es importante», manifestó.

Finalmente, tanto Moro como Conechny hablaron de lo díficil y doloroso que fue no poder encontrarse en las calles desde marzo de 2020, aunque reconstruyeron otras formas de hacer memoria a través de las redes y acciones concretas en algunos espacios públicos. «Por la situación sanitaria no podíamos reunirnos. Tenemos que cuidarnos entre todas y todos. Por ahora no tenemos redes sociales, pero esperamos a toda persona que quiera acercarse este jueves a las 17 en la Plaza», cerró Conechny.

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