Al menos 121 personas murieron en una serie de atentados coordinados por el grupo islámico radical Boko Haram, que golpearon la segunda ciudad de Nigeria, Kano. Fuentes locales indicaron que al menos hay 80 cuerpos en la morgue del principal hospital de esa localidad, así como muchos heridos por armas de fuego. Por los ataques, las autoridades de Kano impusieron un toque de queda de 24 horas.
Uno de los portavoces de Boko Haram, Abul Qaga, reivindicó los atentados y argumentó que fueron en «protesta» por el rechazo de las autoridades locales a liberar algunos miembros del grupo islámico.
La misma organización se hizo cargo de los atentados durante la pasada Navidad a iglesias que dejaron decenas de víctimas mortales, mientras hace poco intimidó a los cristianos a dejar el norte del país.
A Boko Haram, que pretende implantar la ley islámica «Sharia» en el norte de Nigeria, de mayoría musulmana, se le atribuyen más de 250 muertos desde julio de 2010.