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Nito Artaza: “La UCR debería tomar una decisión contundente en defensa de la convivencia democrática»

El ex senador nacional visitó Rosario para mostrar su apoyo a la candidatura de Sergio Massa. Señaló que la decisión de la Unión Cívica Radical "no puede desaparecer en un voto en blanco" y agregó: "No creemos que haya un radical que quiera deshonrar su memoria"

El artista y ex senador nacional Nito Artaza visitó Rosario para acompañar la candidatura de Sergio Massa. En diálogo con El Ciudadano invitó a los radicales a defender la convivencia democrática, destacó la importancia de desterrar la antinomia con el peronismo, rescató el interés de los jóvenes por la política y la necesidad de un gobierno de unidad con un Estado presente.

—¿Cuál es el motivo de su visita a Rosario?

—Hemos estado con otros dirigentes en distintas localidades de Argentina invitando a los radicales que acompañaron a Juntos por el Cambio a acompañar a Sergio Massa, que hace un llamado a la unidad nacional. El radicalismo está mucho más cerca ideológicamente. El líder del otro sector ha insultado permanentemente, no sólo al partido, sino a Yrigoyen y a Alfonsín. No creemos que haya un radical que quiera deshonrar su memoria. La invitación es independiente de la decisión que tomó el partido. Me parece un pensamiento muy tibio. A 40 años de la democracia, la Unión Cívica Radical debería tomar una decisión contundente en defensa de la convivencia democrática. 

—¿A qué hace referencia cuando habla de «defender la convivencia democrática»? 

Hablo de convivencia democrática porque su candidata a vicepresidenta de la Nación hace una negación del accionar del golpe militar frente a los desaparecidos, a la muerte, a la tortura, al robo de bebés, a las violaciones de los derechos humanos. Creo que (el gobernador electo, Maximiliano) Pullaro seguramente hará una declaración, porque Santa Fe necesita coparticipación federal, recursos del Estado para resolver los problemas de inseguridad urbana y de narcotráfico. Para eso tiene que haber un Estado acompañando políticas públicas. Del otro lado, la propuesta pone en riesgo incluso la Obra Social de distintas provincias argentinas, por ejemplo. Por eso, la decisión de la UCR institucional no puede faltar a esta cita y desaparecer en un voto en blanco, un voto neutro. Separo la UCR y el radicalismo. El partido es el que tuvo un accidente de 130 años de acompañar un proyecto liberal en lo económico, conservador en lo político y casi personal de Mauricio Macri. Fue la equivocación del partido y los dirigentes, pero después están miles de radicales que entendemos ese partido de la democracia para siempre, el del artículo 14 bis de la Constitución, de los derechos de los trabajadores, el de los derechos humanos. 

—¿Cuál fue el error de acompañar el gobierno de Macri y cómo compara ese momento con el actual? 

—En ese momento era senador de la Nación y voté con la Unión Cívica Radical hasta el acuerdo con Macri de Gualeguaychú. Entendía que eran absolutamente incompatibles las ideas de Macri con el radicalismo. Aún hoy lo son. El propio presidente del radicalismo, Gerardo Morales, lo reconoció. Quedamos muy marginados los que nos opusimos. Macri puso a cuidar los recursos naturales no renovables, como el petróleo en Argentina, al CEO de la angloholandesa Shell, Aranguren, después que el radicalismo lo fundó con Mosconi, con Yrigoyen y con Alvear. Creo que en ese momento el radicalismo debió irse de aquel acuerdo. Si antes habían acompañado una propuesta de derecha, hoy quieren acompañar una de extrema derecha. Me parece que un radical que acompaña a la extrema derecha hoy está traicionando la memoria de Yrigoyen y de Alfonsín, sobre todo en los insultos que ha recibido de este líder de La Libertad Avanza. Macri es Milei pero con Valium. Tuvo más tiempo para hacer terapia.

—¿Qué error le puede achacar a la política para que una opción que se jactó de ser antipolítica aspire a la presidencia? 

—Hay que hacer una autocrítica, sobre todo porque ha calado mucho en los jóvenes. Hay que servir de la política y no servirse. Hubo un relajamiento de un cierto tiempo de la dirigencia política al no darle respuesta a la ciudadanía. Creo que se pueden ahorrar gastos sin dejar de hacer política porque la política es una actividad de las más nobles que hay. Yo siento orgullo de mi viejo que se fue de este mundo haciendo política con un Fiat 600 usado. Creo que una de las cuestiones más importantes es abordar con transparencia la función pública. Los jóvenes se vieron interpretados por ese discurso antipolítica. Y en las Paso se los escuchó. Sergio Massa supo interpretar el voto de la gente, por eso sacó el impuesto a las ganancias a los trabajadores, el IVA a los productos de la canasta familiar y una serie de medidas del aumento del salario básico. Es consciente de lo que ocurre. La política puede modificarse con mucha más transparencia pero que sea una política de Estado. 

—A 40 años de la democracia, ¿cuáles considera que fueron los logros y las deudas?

—Hay una deuda social de los demócratas, no de la democracia, de distribuir el ingreso y paliar la desigualdad. Con un gobierno progresista, que puede haber tenido diversos errores y lo sigue teniendo, pero que son subsanables con el ejercicio de la democracia, esos déficits se pueden cubrir. Con un gobierno de derecha como el que propone Milei, seguro que no. Seguro que no va a mejorar la obra social de los trabajadores estatales de Santa Fe, seguro que no van a tener mejor coparticipación, seguro que los hospitales públicos ni la educación pública, que es la manera de igualar y de mejorar las condiciones de los estudiantes y la movilidad social, va a cambiarse por un voucher. Las virtudes de la democracia: todas. Es la auténtica libertad, la de los derechos. Se ampliaron derechos para millones de argentinos desde el punto de vista social, económico, humano, para los trabajadores. Hay muy pocos países en el mundo que tengan tantos derechos como Argentina. Hay veces que por eso también se gasta más, es posible, pero vos sabés que tenés el derecho a la educación, a la salud, derechos sociales; en la pandemia hasta Milei cobró el IFE, y si no hubiera sido una tragedia aún mayor. Nuestra democracia siempre es perfectible, pero la virtud es estar libre de elegir, de tener libertad de expresión, de tener representatividad, si no te gusta dentro de dos años tenés de nuevo elecciones.

—En los inicios de su carrera política se manifestó en defensa de los ahorristas. Previo a las elecciones hubo sectores que agitaron un posible desenlace similar al 2001. ¿Ve un escenario compatible? 

—No, porque la convertibilidad que benefició pocos sectores de Argentina era inviable. Algunos hablan hoy de dolarizar cuando Argentina no emite dólares, y además tenemos una deuda en dólares de 44 mil millones de dólares. Es distinta la cuestión. Era salir del corsé de la convertibilidad que hizo que mucha gente quedara atrapada con sus ahorros. Y eso terminó explotando y es lo que puede ocurrir si seguimos los consejos de Cavallo a quien tanto admira La Libertad Avanza. Cuando Sergio Massa gane las elecciones no habrán perdido los chicos que votaron La Libertad Avanza porque quedó instalada la discusión de los gastos de la política, de la casta, aunque Milei eligió la casta del Pro. Pero esa reacción de los jóvenes no fue en vano porque se volvieron a interesar por la política, a interpelarla, a discutir. Lo peor que nos hubiera pasado es tener la anomia de que a nadie le interese nada. También es importante no seguir incentivando la antinomia peronismo antiperonismo. Eso se terminó hace 60 años con Alfonsín llamando a todos a gobernar, con Perón y Balbín a los abrazos y con Cafiero acompañándolo a Alfonsín en el levantamiento carapintada. También por orígenes comunes: partidos nacionales y populares, con sus errores y aciertos, pero que son parte de la historia. Hoy hay que optar entre alguien que propone la unidad nacional y el resto que propone antinomias y violencia verbal, que puede terminar en un autoritarismo o en un fascismo.

—Fue productor de un espectáculo de Milei que terminaba con él pegándole a una piñata con la inscripción del Banco Central ¿Fue una especie de presagio de la motosierra?

—Creo que le produciría más de un espectáculo de teatro para que no vaya de candidato a presidente. En el espectáculo, él iba a un psicólogo y la hermana de Milei, que me había pedido actuar, hacía de secretaria. En el final pusimos una piñata que decía Banco Central y él le pegaba con un palo de golf y caían dólares. Se volvía como loco y dos actores entraban vestidos de enfermeros con un chaleco de fuerza y se lo llevaban. Discutíamos mucho de política, pero cuando fuimos al programa Intratables le pregunté cómo resolver la desigualdad con el anarcoliberalismo y me dijo nazi fascista. «Vas a terminar haciendo política», le dije. 

Unidad nacional

 

El dirigente radical Mario Ibaldi acompañó a Nito Artaza en su visita: «Hace un par de años vimos estratégicamente que se sale con unidad nacional, por eso decidimos acompañar desde Santa Fe. Decimos sí a la unidad nacional porque nos unen muchas historias a radicales y peronistas: la defensa de la educación de la salud pública y fundamentalmente YPF, que fue Yrigoyen el promotor de esa industria», aseguró y destacó la implementación de políticas públicas que refuerzan el papel del Estado.  

«El mercado no le va a resolver el déficit habitacional, las rutas, la telefonía celular, llevar internet a todos los espacios más humildes para que todos tengan la igualdad de oportunidades que proviene de la ciencia y la tecnología. Vamos a trabajar para que los jóvenes entiendan que estamos en visión de la juventud. El nicho está en la ciencia y la tecnología, y no en cerrar el Conicet que lleva cinco años consecutivos premiado por Latinoamérica. Somos competidores de las primeras potencias y no les convenimos, ya que sólo quieren la matriz de Argentina de commodities. Se sale con industria nacional y ayuda a las pymes», concluyó. 

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